El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, dio un halo de esperanza a los culés en la última reunión ordinaria del senado del club. "Hemos salvado al Barça de la ruina y ya estamos al final de esta travesía por el desierto", aseguró el máximo dirigente de la entidad a menos de un mes para el cierre del ejercicio económico 2023-24. No obstante, los números registrados hasta los últimos presupuesto reflejan que el oasis todavía está lejos.
La presente junta directiva, heredera de una losa financiera nefasta, ha conseguido salir del punto de partida de la temporada 2020-21. Por aquel entonces, la deuda bruta de la institución ascendía a 1.350 millones de euros al 8% de interés. En octubre de 2023, el ya exvicepresidente económico Eduard Romeu actualizó la cifra a 1.200 millones al 2%. Un ligero avance en el largo trayecto hacia la prosperidad económica. De momento, el requisito indispensable de registrar beneficios parece más cerca que nunca en este lustro. "El club dará operativos positivos", proclamó Laporta en la sesión del senado.
505 millones de pérdidas en 2021
Tras el traspaso de poderes en 2021, la nueva junta de Laporta imputó 505 millones de pérdidas al término del ejercicio. La deuda neta se situó en 551 millones. Un agujero que agravó el desajuste de 99,5 millones del cierre de 2020. En consecuencia, fueron menester los primeros sacrificios. La continuidad de Leo Messi en can Barça resultó inviable en términos financieros pese a la promesa de Laporta antes de regresar a la presidencia.
La entidad también se despidió de los fichajes astronómicos hasta la solución imaginativa de las palancas de 2022. La venta de patrimonio salió a escena después de una temporada 2021-22 más austera, pero igualmente encaminada hacia las pérdidas operativas.
Las palancas evitaron más pérdidas
La cesión del 25% de los derechos televisivos para los próximos 25 años y la venta del 49% de Barça Studios permitieron evitar las pérdidas del ejercicio. Además, dieron paso a los fichajes estelares de Robert Lewandowski, Jules Koundé, Raphinha, Andreas Christensen, Franck Kessie, Marcos Alonso y Héctor Bellerín.
El invento contable de las palancas maquilló las cuentas del tramo 21-22 con 161 millones de beneficios. Pero también infló los ingresos del ejercicio 22-23. Los presupuestos de aquella temporada ya superaban la cifra récord de 1.000 millones y desembocaron en 94 millones de beneficios gracias a la inyección monetaria extra.
2023-24: primer curso sin palancas
Este curso 2023-24 el resto consistía en alcanzar el umbral de la rentabilidad sin el dopaje de las palancas. En los presupuestos, el FC Barcelona anotó 860 millones de ingresos y 832 millones de gastos. Sin embargo, más pronto que tarde se torcieron las previsiones. Libero Football Finance incurrió en un doble impago por valor total de 40 millones tras la adquisición del 9,8% de Barça Studios --ahora Barça Vision--.
Para más inri, el mismo socio de Bridgeburg Invests debía abonar otros 60 millones junto a Vestigia Holdings LTD antes de este 15 de junio. Finalmente, según desveló RAC1, el plazo se ha prolongado hasta septiembre de 2024.
Sin embargo, otras dos fuentes de ingresos han fallado por debajo de las previsiones: el ticketing del Estadi Olímpic de Montjuïc y la facturación del retail de Barça Licensing & Merchandising. En total, el desequilibrio habría superado los 160 millones, convertidos en pérdidas salvo nuevas soluciones.
Primeros brotes verdes
Las buenas noticias están al caer, sobre la campana del 30 de junio. La plana mayor azulgrana ultima un nuevo acuerdo para renovar su acuerdo de patrocinio de Nike a cambio de condiciones económicas más favorables. El pacto se sellaría con un signing bonus superior a 100 millones y una retribución anual que oscilaría entre los 105 y los 120 kilos.
No es el único as bajo la manga. Según informa el periodista Xavi Lemus, el club catalán anunciará próximamente un nuevo sponsor relacionado con Spotify y un nuevo socio para el accionariado de Barça Vision en sustitución de Libero. En conjunto, estas tres inyecciones económicas nivelarían la balanza de ingresos y gastos nuevamente. Por consiguiente, la entidad regresaría a la norma 1:1 de la Liga en materia de Fair Play financiero.
Retos mayúsculos
Quedan infinidad de carpetas y problemas por resolver en los próximos años, pero la junta encabezada por Joan Laporta ha salido victoriosa de su primer match ball. La rebaja de la masa salarial de los 676 millones de 2023 a los 492 millones presupuestados y el primer año en números verdes en ausencia de palancas son sintomáticos. Algo ha cambiado en la economía del Barça.
Una liberación fundamental --rentabilidad-- para afrontar los próximos 30 años la devolución del crédito del Espai Barça. Nada menos que 2.800 millones --sumando los intereses-- que tendrían que autofinanciarse con los ingresos del nuevo Camp Nou. Y otros 1.200 millones de deuda bruta reconocidos. La losa de la entidad pesa 4.000 kilos. Laporta ha agilizado la marcha por el desierto con un equipaje más ligero, pero el oasis todavía queda lejos.
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