En agosto del año pasado, el FC Barcelona presentó sorpresivamente una hoja de ruta sobre su deseo diversificar sus negocios. Entre esos planes nació Barça Vision, filial que se encarga de agrupar todos los contenidos digitales del club. El ambicioso plan fue vendido por la directiva de Joan Laporta como una oportunidad para crecer en sectores como la bolsa de valores o el propio sector digital; sin embargo, la realidad ha sido mucho más cruel con el proyecto azulgrana.
La reciente fuga de profesionales del club supone una amenaza importante para la filial culé, teniendo en cuenta que debilita por completo el área digital y tecnológico. El pasado miércoles se dio a conocer que Joan Moya, responsable del Área de Tecnología y Transformación Digital del FC Barcelona, y Luis Folgoso, Chief Technology Officer --y mano derecha de Moya--, dieron un paso al costado de la entidad catalana.
Se trata de un enorme problema para Barça Vision, teniendo en cuenta que Moya era uno de los ejecutivos que estuvo presente en el lanzamiento de la sociedad en agosto del año pasado. En aquel momento mostraron un enorme entusiasmo por el proyecto, especialmente por ser la entrada del FC Barcelona a la bolsa de valores. Pero las diferentes piedras que han aparecido en el camino y la constante inestabilidad que transmite la junta de Laporta solo ensombrecen el panorama.
Proyecto debilitado
Además de la marcha del responsable del área de tecnología y transformación digital, el club se encuentra en un momento complicado con respecto a los inversores que forman parte del accionariado de la filial de contenidos digitales. Hasta ahora, uno de los principales motivos que ha retrasado la entrada de la entidad al parqué bursátil es el impago de Libero Football Finance, uno de los socios de Barça Vision. El fondo alemán tenía previsto pagar 40 millones de euros, pero ha brillado por su ausencia. Esa situación ha implicado que el plan de la salida de la bolsa de valores se desinfle a gran velocidad.
Actualmente, el Barça no tiene una estructura o una hoja de ruta que permita dar una mayor credibilidad ante los inversores que trabajan en el sector de la bolsa de valores. Es una mezcla que ha pasado factura al dirigente azulgrana con una estrategia que apenas ha conseguido sostenerse en cuestión de meses, sobre todo con la fuga de ejecutivos que debilitan por completo el proyecto.
Mucha improvisación
Libero, en 2023, entró a formar parte del accionariado de Barça Produccions, al comprar participaciones de la filial audiovisual del club azulgrana. Se quedó con un 9,8% del total de la sociedad. En la actualidad, la entidad busca de manera urgente otro socio que pueda poner los 40 millones que prometió el fondo alemán.
El Barça quiere encontrar una sociedad de manera urgente. Es la prioridad de la dirección deportiva, que también está a punto de cerrar un nuevo acuerdo con Nike que ayudará a mitigar las pérdidas generadas por el traslado a Montjuïc. Además del pago de Libero, el club tiene pendiente recibir otros 60 millones de euros antes de cerrar los presupuestos. Aunque, según apunta Rac1, se ha prorrogado el pago hasta el 15 de septiembre.
Hace pocos días, Laporta defendió ante los senadores del FC Barcelona que "no ha habido improvisación" en la gestión del club. Pero lo cierto es que el relato no acompaña por completo a las acciones de la cúpula azulgrana, que vive al límite con sus diferentes proyectos. Barça Vision es la prueba de ello, teniendo que forzar toda la maquinaría posible para sostener una sociedad que necesita de líderes que ayuden evitar un colapso.