El finiquito de Xavi, otro problema en el presupuesto del Barça de Laporta

El futuro de Xavi Hernández en el banquillo del FC Barcelona está en dudas. A pesar de ser ratificado por el propio Joan Laporta el pasado 25 de abril, la realidad es que su continuidad en el primer equipo no está asegurada. El origen de la potencial separación fueron las palabras del entrenador egarense, que envió un mensaje realista y pesimista sobre la realidad económica del club para competir contra el Real Madrid y los demás rivales europeos.

A partir de esa declaración, realizada en la previa del Almería-Barça, ha rondado en la mente de Laporta romper el vínculo contractual con Xavi Hernández. Las dos partes todavía no se han encontrado presencialmente desde la última jornada de Liga, lo que acrecienta con el paso de las horas la posibilidad de una ruptura definitiva. Aunque en el plano deportivo tiene un impacto significativo, la realidad es que la salida del técnico representaría otro problema para el presupuesto del club por el pago del finiquito.

El millonario finiquito

Durante el mes de enero Xavi había anunciado que su intención era marcharse de la entidad el 30 de junio y que su salida no representaría un problema económico. Así lo llegó a afirmar el 25 de abril cuando lo ratificaron en el cargo, dejando claro que no se movería por intereses financieros. Pero la gestión de Laporta en toda esta situación abre un nuevo escenario que acerca el escenario de un conflicto por la indemnización del entrenador egarense y su cuerpo técnico.

En caso tal de cerrarse la destitución del de Terrassa y de no llegar a un pacto en términos económicos, el FC Barcelona podría afrontar un gasto de aproximado de 18-20 millones de euros para hacer frente a la liquidación del contrato de Xavi y su staff técnico. Hay que recordar que las dos partes firmaron un pacto a comienzos del actual curso que mantiene vinculado al entrenador hasta el 30 de junio de 2025.

Xavi Hernández y el resto de miembros de su staff, en un entrenamiento del Barça en Riad FCB

La molestia de Laporta con Xavi ha dejado al entrenador nuevamente en el foco de los medios de comunicación. En pleno ruido mediático sobre su futuro, el egarense va a afrontar una nueva rueda de prensa --previa contra el Rayo Vallecano--, por lo que tendrá que batallar por cuenta propia a la ola de preguntas que recibirá sobre esta nueva crisis con el dirigente del Barça. Una situación desgastante que puede forzar una ruptura que afectaría mucho a la salud financiera de la entidad azulgrana.

El presupuesto del Barça

Actualmente, el FC Barcelona está en un momento crítico con respecto al presupuesto de ingresos. Hasta hace pocas semanas, el club catalán se encontraba 30 millones por debajo de lo esperado. Ese contexto supone un problema en cuanto a la planificación deportiva del mercado de verano, debido a las potenciales sanciones y limitaciones que podría fijar la Liga a partir de su rígida normativa financiera.

Dentro de institución han buscado diferentes vías para potenciar los ingresos en poco tiempo: un nuevo acuerdo con Nike, la venta de un crack del primer equipo o la presencia de más patrocinadores. Hasta ahora, ninguna de esas opciones se ha hecho realidad, aunque en los altos mandos muestran optimismo antes de cerrar el actual ejercicio. El problema es que la posible indemnización a Xavi Hernández dejaría al Barça en un punto más complicado. 

Joan Laporta y Xavi Hernández, antes de una rueda de prensa en la Ciutat Esportiva EFE

Lo único que puede salvar a la directiva de Laporta es calmar las aguas en la relación con Xavi y depositar la suficiente confianza para que dirija la próxima temporada. O al menos evitar una ruptura dramática que motive al entrenador --y a su cuerpo técnico-- a exigir cada euro que está detallado dentro del contrato. De momento, el cierre de curso del Barça apunta a ser un cóctel explosivo. 

El precedente con Koeman

Hay que recordar que Laporta ya tuvo un problema similar con Koeman. La relación entre ambos se deterioró de forma significativa por la poca confianza del mandatario azulgrana. Y el resultado fue que el técnico neerlandés se mostró inflexible con respecto a su indemnización, que habría alcanzado los 10 millones de euros.