La titular del Juzgado Penal número 20 de Barcelona ha dictado sentencia contra dos extrabajadores del FC Barcelona por espiar el correo de Jaume Roures. En este sentido, la condena corresponde concretamente a Robert Cama y Joan Carles Raventós, quienes estuvieron involucrados en la entidad azulgrana durante los ciclos presidenciales de Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell.
Ambos recibieron como condena un año y 16 días de prisión por los delitos continuados de descubrimiento y revelación de secretos tras haber espiado el correo electrónico del empresario catalán entre 2009 y 2011. Del mismo modo, tanto Cama como Raventós están obligados a indemnizar con 25.000 euros a Jaume Roures, además de desembolsar entre 3.000 y 6.000 a otros seis afectados de la directiva de Mediapro en aquellos años.
En un principio, la sentencia también incluía a Sandro Rosell, debido a que algunos de los correos filtrados de los directivos de Mediapro tuvieron como destino la dirección electrónica del dominio BONUS, una empresa propiedad --hasta 2011-- del que fuera presidente del FC Barcelona. Sin embargo, durante el proceso de la instrucción lo dejaron fuera de la causa.
Los dos extrabajadores del Barça
Joan Carles Raventós vivió una larga etapa dentro del Barça. Llegó a mediados del 2010 con la victoria de Rosell en las elecciones de la presidencia azulgrana y estuvo en cargos importantes. Hasta 2017 director de las secciones de la entidad culé, después asumió la dirección de proyectos de negocio comercial y por último, dirigió Barça Licensing Merchandising (BLM), la filial creada por el club para gestionar el negocio del retail.
Por su parte, Robert Cama tuvo una relación más particular con el club. Era el jefe de informática de Mediapro, pero a través de la resolución indicaron que también hizo un proyecto informático para el FC Barcelona por aquellos años. En este sentido, la sentencia ha determinado que ambos actuaron de común acuerdo, a pesar de que Raventós llegó a negar el pacto.
El comunicado de Roures
Tras conocerse la sentencia, Roures --y el grupo Mediapro-- compartieron un comunicado en el que reflejaron que "están satisfechos" por tratarse de un caso que supuso un enorme problema en términos de seguridad. "Durante años Cama y Raventós tuvieron acceso a información confidencial sobre la actividad, contratos y relaciones de Mediapro tanto con clubes de fútbol como empresas del sector", explicaron.