El FC Barcelona vive al día, con más improvisación que planificación. El sueño de regresar al Camp Nou en 2024 se desvanece día tras día, y Joan Laporta ya ha cambiado su mensaje a los socios. El 29 de noviembre de 2024, día que el club cumple 125 años, el primer equipo seguirá en Montjuïc y no se prevé la disputa de ningún partido antes del 15 de diciembre. Antes, sin embargo, el Barça deberá resolver otros problemas más urgentes. El estadio Olímpic Lluís Companys se desmontará cuando termine la Liga.
BSM, la empresa municipal que gestiona el Olímpic Lluís Companys, iniciará las obras para desmontar el estadio el 20 de mayo. Los trabajos durarán hasta el 2 de junio. Durante dos semanas se desmontará el césped artificial que rodea el campo, el gimnasio del primer equipo de fútbol, los actuales elementos de publicidad y el comedor de los futbolistas, entre otros espacios. En el actual campo del Barça se celebrarán algunos conciertos y hasta el 2 de agosto, como mínimo, no se recuperarán los actuales servicios.
El gran objetivo de Laporta
En el Ayuntamiento de Barcelona, mientras, esperan noticias del Barça. En el club, sin embargo, todavía no tienen claro el calendario. Laporta persiste en su deseo de que el primer equipo celebre ya las Navidades de 2024 en el Camp Nou, pero las previsiones son cada vez más pesimistas.
El Barça asume que a finales de año todavía no se habrá levantado la tercera grada. Ni los dos anillos de localidades VIP. El problema es que los dos primeros graderíos avanzan lentamente. Más allá de recuperar las primeras filas, detrás de las porterías y en el lateral, Limak Construction debe terminar la reforma de los pasillos interiores y los lavabos. También se deben instalar los nuevos asientos, que serán más amplios y cómodos.
Arquitectos y constructoras
El plan de Laporta parece desmoronarse. El máximo dirigente, no obstante, ya avisó de que el regreso al Camp Nou podía demorarse si surgían “imponderables” o la coyuntura económica internacional se complicaba.
Los plazos marcados por Laporta fueron cuestionados, desde un principio, en el Colegio de Arquitectos. También por algunas constructoras españolas, molestas con la elección de Limak, una compañía turca con muy poca experiencia en el mundo del fútbol.
El futuro Camp Nou
El Camp Nou tendrá un aforo provisional de 63.000 espectadores cuando el Barça vuelva al estadio. La mayoría de los asientos estarán descubiertos y los aficionados tendrán que sortear algunos obstáculos en el acceso a sus localidades.
El nuevo estadio del Barça debe estar totalmente terminado en verano de 2026. Entonces, el Camp Nou podrá acoger a 104.600 espectadores y todas las gradas estarán cubiertas. El club potenciará la oferta de lujo, con unos 7.000 asientos de alto standing, y prevé recaudar unos 340 millones de euros anuales por la explotación del campo.
El videomarcador de 360 grados
El Barça, inicialmente, anunció que instalaría un marcador de 360 grados, parecido al que ya ha estrenado el Real Madrid en el Bernabéu, pero parece haber reculado. Por motivos económicos, el club azulgrana asegura ahora que colocará tres o cuatro marcadores. “Los aficionados se despistan con estos marcadores, que no son rentables económicamente”, proclamó Elena Fort, vicepresidenta institucional del Barça. Laporta, en cambio, replica que el nuevo Camp Nou contará con palcos de lujo, mucho mejores y confortables que los del Bernabéu.
El Camp Nou será el futuro del Barça. El presente, aunque provisional, es Montjuïc, donde el equipo azulgrana jugará como mínimo hasta fin de año. En el Ayuntamiento de Barcelona todavía no saben si el Barcelona alquilará más meses o no la instalación olímpica, que se reciclará en verano.