Joan Laporta, presidente del Barça, está contra las cuerdas. Tocado y casi hundido. La derrota del equipo de Xavi fue cruel y dolorosa. Tras una primera hora muy digna, el equipo se descompuso después del primer gol de Portu. El error de Sergi Roberto tuvo un efecto devastador para un equipo con pies de barro y para un Laporta desesperado.
En Montilivi, Laporta vivió otra pesadilla. Otra pesadilla con Xavi Hernández de entrenador. Su apuesta por dar continuidad al proyecto del técnico de Terrassa no tiene sentido y el máximo dirigente es víctima de su carácter volcánico.
El enfado de Laporta
Laporta esperaba una victoria del Barça en Girona. Y se marchó con una derrota que hace mucho daño. "¡Esto no puede ser, esto no puede ser!", proclamaba el presidente azulgrana, acompañado por Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Deco, su director de fútbol.
Quedan cuatro jornadas para que acabe la Liga y el Barça es tercero. Si el Girona no falla, el equipo azulgrana no disputará la próxima Supercopa de España, que, como mínimo, garantiza seis millones de euros al club. Después de 34 partidos, el Barcelona suma 73 puntos, uno menos que el grupo rojiblanca, tras haber ganado 22 partidos, empatado siete y perdido cinco.
La alegría del Real Madrid
El Barça, por segunda vez desde marzo de 2021, cerrará un curso sin un título. En la Copa del Rey, en la Supercopa de España, en la Champions y en la Liga, el equipo de Xavi ha fracasado. Y sus penas contrastan con la euforia del Real Madrid, campeón de la Supercopa y de la Liga. Y que ambiciona otra Champions. La 15 de su historia.
A Laporta le falla el equipo y no le cuadran las cuentas. Tampoco la reforma del Camp Nou avanza como desearía y en el Barça no descartan que el regreso llegue en 2025. A corto plazo, Laporta necesita una venta millonaria y firmar la renovación del contrato con Nike, que acepta el pago de 100 millones de euros como prima que aliviaría los problemas de tesorería.