La economía del FC Barcelona lo condiciona todo. La soga tira del cuello todo el rato. El máximo dirigente de la institución azulgrana, Joan Laporta, en este segundo mandato, ha tirado de agenda para reforzar un equipo de bajo nivel, como el que se encontró en su entrada a la presidencia en 2021. Un buen amigo suyo es el súperagente Jorge Mendes.
El intermediario portugués tiene todo un imperio detrás que comercializa con los jugadores: Gestifute, su compañía de representación. El verano pasado, Mendes colaboró con el Barça, presionando para hacer efectiva las cesiones de dos futbolistas en cartera: Joao Félix y Joao Cancelo, propiedad de Atlético de Madrid y Manchester City, respectivamente.
Lamine y el Barça
Eso por una parte. Por la otra, en la misma entidad azulgrana, tiene a otros tantos como Alejandro Balde, Guille Fernández, Ansu Fati y, el más importante, Lamine Yamal. De este modo, existen intereses cruzados. Laporta debe retener, como sea, al joven diamante del Barça, culé hasta la bandera, pero con todo un PSG detrás que desea ficharlo.
Fuentes del Barça aseguraron a Culemanía que Lamine Yamal es intransferible, pese a la oferta superior a los 100 millones que publicaron en algunos medios. Mendes garantiza la continuidad del talentoso futbolista en el club azulgrana. El representante ayuda con Balde, que no está inscrito para la próxima temporada y también pondrá de su parte para hacer posible la llegada de Bernardo Silva.
Intercambio de favores
La prioridad de Deco y Xavi Hernández, director deportivo y entrenador, es fichar a un mediocentro posicional y a un interior con último pase. El jugador del Manchester City es cliente de Mendes, y va como loco por fichar por el Barça. Su cláusula es de 58 millones para clubes extranjeros.
El agente podría facilitar su incorporación, y la retención de Lamine Yamal en el Barça, pero primero Laporta debe cumplir con lo prometido. Si desea la colaboración de Mendes con Bernardo, el presidente debe afianzar la continuidad de Joao Félix y Joao Cancelo en Barcelona. Los Joaos no quieren volver a sus respectivos clubes y el representante obedece.
El Barça intentará no pagar demasiado, pero algo tendrá que abonar. Al menos al final de la próxima temporada, si consigue otra cesión con opción de compra obligatoria. Sería una solución ideal y daría más margen a la economía del club. Además, otros futbolistas podrían entrar en alguna operación. Iñigo Martínez o Ferran Torres podrían abaratar el precio a retribuir por Joao Félix, junto a Marcos Alonso, que acaba contrato.
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