El modelo de gobernanza del FC Barcelona es un tema de profundo debate. Ha crecido en los últimos tiempos por la crisis financiera que arrastra el club desde la pandemia y que han hecho dudar a una parte del barcelonismo sobre la continuidad de ese sistema que tiene a los socios y socias como la base principal del Barça. Esa incertidumbre es lo que ha provocado que algunas voces, como es el caso de Jaume Roures, consideren imitar el modelo del Bayern Múnich.
El empresario catalán, que también ha figurado como aliado comercial de la directiva de Joan Laporta, explicó en una entrevista concedida a la Cadena Ser que "la única solución económica del Barça es que venda una parte del club, al estilo Bayern de Múnich. Hay que traer un gran entrenador, pero para traerlo tienes que darle la seguridad de que va a haber fichajes".
Hay que recordar que en la entidad alemana el 75% de la propiedad pertenece a los socios, mientras que el otro 25% se divide entre tres grandes multinacionales: Adidas, Audi y Allianz. Según Roures, seguir ese camino es lo que puede permitir al FC Barcelona tener ese respiro económico que tanto necesita. Sin embargo, los hechos recientes han dejado en evidencia el proyecto del Bayern, cuyo modelo de gestión está empezando a hacer aguas y que suponen para el Barça una alerta sobre su gobernanza.
Malas decisiones económicas
De puertas afueras, el Bayern es visto como una entidad bastante sólida en términos deportivos y económicos. Desde hace años que tienen una hegemonía en el fútbol nacional y en Europa suelen competir hasta las instancias definitivas. Pero esa tendencia ha cambiado tras conocerse las malas decisiones que han tomado en términos de gastos, sobre todo por los desorbitados fichajes y salarios que han pagado en los últimos mercados de fichajes.
En el apartado de los gastos salariales, el club bávaro ha subido mucho la escala para tratar de mantener a su bloque, aunque en casos pagando por encima del valor real de algunos futbolistas. En ese grupo tenemos a Kingsley Coman con 20 millones; Joshua Kimmich con 19,5 millones de euros; Serge Gnabry con 19 millones; Leon Goretzka con 17 millones; y Matthijs de Ligt, Lucas Hernández y Dayot Upamecano situándose en la misma cantidad de 16 millones.
Mientras que en los fichajes se debe destacar el excesivo gasto en jugadores para la línea defensiva, siendo en su mayoría centrales que no han justificado su coste en el mercado. En 2019 ficharon a Lucas Hernández por 80 millones y se fue en 2023 por 45 kilos; en 2021 incorporaron a Dayot Upamecano por 42,5 millones; en 2022 se hicieron con los servicios de Matthijs de Ligt por 67 millones; y el año pasado sumaron a Min-jae Kim por 50 millones. En total: 240 millones en la media década.
El modelo Bayern no es garantía
Esa tendencia tan preocupante ha sido reseñada por algunos medios alemanes, que aseguran que los altos mandos del Bayern están trabajando en cambiar de forma radical esa situación a corto-medio plazo. En este sentido, el escenario que hay sobre la mesa es que la entidad se desprenda de jugadores de mucho peso en la plantilla como Kimmich o Matthijs de Ligt, por citar algunos casos.
Las malas decisiones en la parcela deportiva y económica están pasando factura a un equipo que ni siquiera está consiguiendo intimidar en la Bundesliga, lo que manda un fuerte mensaje al FC Barcelona de que ese modelo de socios y empresas privadas no representa una garantía al momento de ser sostenibles. Sin dejar de lado que hay muchas referencias de equipos gestionados únicamente por fondos de inversión que no terminan dando resultados positivos, siendo el reciente ejemplo de la familia Glazer con el Manchester United.
La recomendación de Roures puede suponer un salvavidas inmediato para el Barça, que recordemos tiene una deuda de 1.200 millones de euros en pasivos. Pero no es una respuesta segura para asegurar la viabilidad del club azulgrana. Especialistas del sector financiero consultados por Culemanía han asegurado que la directiva de Laporta todavía está a tiempo de revertir la dinámica económica, pero que es necesario tomar decisiones precisas en este año. De lo contrario, la opción del modelo Bayern podría ser la única respuesta.