El Bayern sigue el mal camino del Barça: salarios y fichajes desorbitados

El Bayern Múnich a lo largo de los últimos años se ha caracterizado por ser una entidad que transmite mucha estabilidad en lo deportivo y lo económico. Sus éxitos en el plano nacional e internacional han permitido construir un proyecto que parecía ser a prueba de balas; sin embargo, las últimas informaciones dicen todo lo contrario. La realidad es que el club alemán está siguiendo el mal camino del Barça: salarios y fichajes desorbitados.

Hay un patrón bastante claro en la gestión de las dos entidades en sus proyectos. Por una parte, el FC Barcelona empezó a caer en una espiral de gastos que se volvieron cada vez más inasumibles después de haber construido un equipo que permitió tocar metal en la Champions League 2014-15. Ese grupo integrado por jugadores como Leo Messi, Luis Suárez, Gerard Piqué o Sergio Busquets, permitieron ganar muchos títulos en el camino, pero también representaron un problema por sus costes salariales. Sin dejar de lado los fichajes millonarios que no sirvieron para volver a repetir esos mismos éxitos deportivos.

En el caso del Bayern, los problemas se han empezado a presentar a partir de su histórico éxito entre 2020 y 2021 con la conquista del sextete. Aquel equipo parecía que mantenerse con fuerza en los siguientes años para competir por todos los títulos, pero la realidad ha sido diferente. La directiva alemana invirtió mucho en salarios y fichajes para repetir ese mismo bloque competitivo y los resultados han terminado siendo muy similares a los que se vieron con los azulgranas.

La crisis con la masa salarial

En los últimos días, los medios alemanes se han hecho eco con respecto a la crítica situación de la masa salarial del Bayer. Fuentes como Kicker han señalado que los altos mandos de la institución considera necesario reestructurar la nómina del primer equipo para evitar esa sangría a nivel de gastos. En ese grupo de jugadores tenemos los casos de Kingsley Coman con 20 millones; Joshua Kimmich con 19,5 millones de euros; Serge Gnabry con 19 millones; Leon Goretzka con 17 millones; y Matthijs de Ligt, Lucas Hernández y Dayot Upamecano situándose en la misma cantidad de 16 millones.

Joshua Kimmich, celebrando el título de la Bundesliga junto a Serge Gnabry EFE

Todos esos salarios --cifra en bruto-- que fueron expuestos hace un par de años Bild reflejan lo costoso que ha sido para la parcela ejecutiva mantener al primer equipo. No mencionamos al resto de jugadores de la plantilla, debido a que esos casos responden a la inminente estrategia del Bayern de reducir los emolumentos de aquellos jugadores que no son considerados como piezas fundamentales. Por esa razón, se espera que en las siguientes ventanas de fichajes existan novedades en forma de renovación a la baja o incluso traspasos. 

Es una situación límite a la que se ha expuesto la entidad bávara por la insistencia de buscar competir con los salarios de clubes con un potencial económico prácticamente ilimitado, como es el caos del Manchester City o PSG. Después de varios años manteniendo esa línea de gastos, el panorama podría cambiar en los siguientes mercados, aunque se podrían encontrar con casos similares a los del FC Barcelona, donde tardaron mucho tiempo en deshacerse de algunos sueldos --las vacas sagradas-- que lastraron su economía.

Fichajes desorbitados sin rendimiento

Al igual que el Barça, el Bayern ha caído en la trampa de excederse en la búsqueda de jugadores para tratar de armar una plantilla competitiva. El pasado verano ficharon a Harry Kane por 95 millones, aunque ese caso apunta a ser positivo por sus impactantes números ofensivos. El problema radica especialmente en la poca precisión para incorporar a perfiles defensivos, especifíciamente a centrales.

Dembelé, en un mano a mano contra Upamecano, en un partido en el que el Barça se desplomó contra el Bayern EFE

En los últimos cinco años han fichado a un total de cuatro zagueros de mucho valor de mercado. Ninguno de estos ha logrado asentarse entre los mejores de su posición por un largo tiempo. En 2019 ficharon a Lucas Hernández por 80 millones y se fue en 2023 por 45 kilos; en 2021 incorporaron a Dayot Upamecano por 42,5 millones; en 2022 se hicieron con los servicios de Matthijs de Ligt por 67 millones; y el año pasado sumaron a Min-jae Kim por 50 millones.

Son 240 millones de gastos en fichajes por centrales que no han logrado dar la talla en las noches importantes de Europa. Han seguido el mismo camino de un FC Barcelona que cometió errores, pero sobre todo con la incorporación futbolistas de perfil ofensivo, como es el caso de Antoine Griezmann, Coutinho o Dembelé. Mucho dinero para tan poco rendimiento en los terrenos de juego.