Xavi Hernández está contra las cuerdas. Tocado, pero con vida. Joan Laporta, presidente del Barça, mantiene su confianza en el técnico de Terrassa, pero está muy preocupado por la respuesta del equipo en los últimos partidos. La derrota contra el Real Madrid, en la final de la Supercopa, fue muy dolorosa y Deco, director de fútbol, se mueve con discreción. Públicamente reitera que Xavi es el técnico del Barcelona, pero acaba de colocar a Belletti, el héroe de la Champions de 2006, como ayudante de Rafa Márquez. Un movimiento que no es casual.
Laporta quiere ganar tiempo. No tiene mucho margen de maniobra. Los problemas económicos del club y el límite salarial excedido impiden, de momento, la llegada de nuevos futbolistas. También frena un posible relevo en el banquillo. En caso de hacerlo, hay que buscar una opción económica y de confianza. Márquez es el elegido. Si la situación se pone demasiado tensa y hay que dar el paso antes de que acabe la temporada, Belleti asumirá el banquillo del filial para que el mexicano se pueda hacer cargo del primer equipo.
Koeman, la excepción
El presidente del Barça nunca ha sido partidario de grandes cambios a media temporada. La excepción fue Ronald Koeman, a quien despidió hace dos años. Entonces encontró en Xavi la solución ideal, muy deseada por la afición culé. Ahora, el técnico mejor posicionado para un posible relevo es Rafa Márquez, del Barça B.
Laporta desearía que Xavi acabara la temporada. También Deco. Entonces sería el momento de poner las notas. Los tres saben que la continuidad del técnico sería muy complicada si el Barça no gana un título. Pero otra cosa es un cambio en enero.
Técnicos deseados
En otros tiempos, el Barça intentaría fichar al mejor entrenador. Pujaría fuerte por uno de los técnicos de moda, pero ahora no puede. Fichar, por ejemplo, a Mikel Arteta es una utopía. También gustan Míchel Sánchez e Imanol Alguacil, pero antes debería indemnizar a Xavi, con contrato garantizado hasta junio de 2025.
Márquez, mientras, espera noticias. Deco está satisfecho con su gestión del Barça B. También, Laporta. Su ascenso sería económicamente mucho más accesible. De momento, tiene a Belletti como ayudante y el ex defensa brasileño podría ser su relevo en el filial. Cuestión de tiempo y, sobre todo, de resultados.