De principio a fin. El Real Madrid arrolló al Barça en Riad y reabrió a crisis azulgrana. En 10 minutos, dos goles de Vinicius sentenciaron la final. Rodrygo, también brasileño, fue su socio ideal ante un equipo excesivamente blando y errático en defensa. El segundo gol blanco retrató todas las carencias barcelonistas.
El Madrid aprendió los errores de la pasada temporada y desactivó la defensa avanzada del Barça. Sin Benzema, Rodrygo y Vinicius tienen más velocidad y libertad de movimientos. No juegan tan pegados a la banda y Xavi no supo leer el partido. Ancelotti, sí.
Los espacios del Barça
Ancelotti ganó el duelo de banquillos. Los jugadores del Madrid tenían la orden de buscar siempre la espalda de los defensas del Barça. Rodrygo y Vinicius encontraron muchos espacios y penalizaron al grupo azulgrana.
En el segundo gol, Rodrygo hace un movimiento en sprint circular, de forma que evita el fuera de juego y ya va en carrera para salir disparado en cuanto Carvajal suelta el pase.
El gol constató la voracidad y el dinamismo del Real Madrid, un equipo que parece haber hecho su particular renovación mejor que el Barça.
Punta de velocidad
Xavi cuenta con delanteros de calidad, pero ninguno con la velocidad de Vinicius y Rodrygo. A ambos les encanta desmarcarse y correr. Los puntas del Barça, en cambio, prefieren el balón en los pies.
Ferran Torres, Raphinha y Lewandowski no tienen la punta de velocidad de Rodrygo y Vinicius. En Riad, sorprendentemente, Xavi no dio carrete a Vitor Roque, un delantero mucho más rápido. Y su Barça vivió un calvario ante el Madrid, un equipo mucho más hecho y solvente.