La reforma del Camp Nou progresa adecuadamente. Superada la fasa de derribo de la tercera grada, la nueva ya empieza a levantarse. Todavía se encuentra en una fase muy embrionaria, pero tanto el Barça como Limak, la constructora encargada de la remodelación, están convencidos de que el primer equipo de fútbol podrá regresar al estadio en noviembre de 2024.
El nuevo Camp Nou crece sin grandes obstáculos. El traslado del Barça a Montjuïc facilita los trabajos diarios en los que participarán hasta 1.500 trabajadores, en la época de máxima actividad. En la fase inicial, el nuevo Camp Nou tendrá disponibles las dos primeras gradas y el primer anillo de localidades VIP. El segundo anillo y la tercera grada se completarán posteriormente.
La expansión de Limak
La reforma del Camp Nou es un proyecto estratégico para Limak. Para su expansión internacional. "El nuevo Camp Nou es nuestro proyecto estrella, nuestro primer paso en el continente europeo", sostiene Ebru Özdemir, presidenta de la constructora turca. Özdemir, asimismo, asegura que los márgenes de beneficio en la reforma del Camp Nou son inferiores a los habituales por entender que es una obra que les reportará grandes resultados a medio y largo plazo.
Limak solo ha construido un estadio de fútbol, el Mersin Arena, con capacidad máxima para 25.000 espectadores. Las obras duraron 140 días. La reforma del Camp Nou es mucho más compleja técnicamente, pero en Limak recuerdan que seguirán un modelo de construcción atípico, creciendo en paralelo.
El futuro Camp Nou
La compañía turca está especializada en construir infraestructuras por bloques para abaratar costes y ganar tiempo, dos condiciones que sedujeron al Barça al otorgar a Limak la remodelación del Camp Nou por unos 960 millones de euros.
La obra más compleja será la colocación de la nueva cubierta. Las 104.600 localidades del futuro Camp Nou estarán bajo techo y la finalización de todos los trabajos está prevista para mediados de 2026.
Los cambios de Laporta
Joan Laporta, presidente del Barça, siempre ha defendido que el Barça va con 15 años de retraso en la reforma del Camp Nou. En 2006 presentó un plan liderado por Norman Foster que fue rechazado por la directiva de Sandro Rosell, elegido presidente en 2010.
En 2021, Laporta volvió a ser elegido presidente del Barça. Una de sus primeras medidas fue modificar el anterior proyecto de reforma liderado por Nikken Sekkei que contemplaba una importante reducción de la primera grada. Su proyecto es sensiblemente más costoso que el presentado por Bartomeu y prácticamente mantiene la estructura de la antigua primera grada.
Impacto económico
El máximo dirigente considera que el nuevo Camp Nou facilitará la recuperación económica de un club que arrastra una deuda de 1.200 millones de euros. Laporta estima que el Barça ingresará unos 340 millones de euros por la explotación del Camp Nou a partir de 2026.