Joan Laporta y Florentino Pérez, presidentes del FC Barcelona y el Real Madrid, respectivamente, se reencontrarán antes de la Supercopa de España, en Arabia Saudí. Sin embargo, no han concertado ninguna reunión, sino que coincidirán en un acto organizado por la Embajada de España. Salvo imprevistos de agenda, se verán las caras este sábado, la vigilia del clásico en Riad.
Según desvelan los periodistas Helena Condis y Miguel Ángel Díaz en la COPE, el coctel de la Embajada española a las 17:00 (hora peninsular) juntará a los máximos dirigentes de Barça y Madrid. En principio, su interacción se limitará al acto institucional programado, del mismo modo que en la edición del año pasado. Dos años atrás, sí que aprovecharon la celebración del torneo para mantener un encuentro privado y tratar asuntos de la Superliga europea.
Tres ausencias en Barcelona
El reencuentro cobra especial relevancia porque desde el estallido del caso Negreira en febrero de 2023, Florentino ha faltado a los tres clásicos disputados en Barcelona. Primero, se ausentó del Camp Nou en la jornada 26 de Liga (2-1) el 19 de marzo. Volvió a causar baja en el feudo azulgrana para la vuelta de las semifinales de Copa del Rey (0-4) el 5 de abril.
Por último, el presidente de ACS declinó viajar con la expedición madridista a última hora tras los insultos del directivo azulgrana Miquel Camps contra Vinicius Jr en Twitter. El miembro de la junta arremetió contra el extremo brasileño en redes durante el partido de Champions League contra el Sporting de Braga: "No es racismo, se merece una colleja por payaso y vacilón, ¿qué representan estas bicicletas innecesarias y sin sentido en el centro del campo?".
A pesar de estos episodios de leve tensión, los dos grandes clubes españoles mantienen buena relación y caminan de la mano en la impulsión del proyecto de la Superliga europea. Fueron los dos únicos equipos fundadores de la competición que administra A22 Sports que tomaron partido a favor de la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). El resto de equipos, procedentes de Inglaterra e Italia --más el Atlético de Madrid-- se posicionaron a favor de la UEFA y la FIFA y marcaron distancias con la Superliga.