La Superliga Europea ha vuelto a la primera línea mediática para sacudir por completo la estructura del fútbol continental. La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que señala el abuso de poder la UEFA y da alas a la existencia de una nueva competición, ha provocado una gran respuesta entre muchos clubes importantes del viejo continente. Aunque también la de gobiernos y entidades que promueven leyes que buscan pinchar el globo del proyecto liderado por el FC Barcelona y el Real Madrid.

Los británicos cierran la puerta

La presencia de la Superliga es una cuestión que no agrada por completo al Gobierno Británico. Hay que recordar que en el anuncio de la existencia de la competición se dio un mensaje contundente por parte de las autoridades con respecto a la negativa de permitir que los equipos de la Premier League formen parte de ese proyecto. Tras la resolución del TJUE, esa amenaza podría terminar transformándose en una ley que impediría el ingreso de los clubes ingleses.

El trofeo de la Premier League, en una publicidad con la marca Nike REDES

A través de un comunicado, el Ministerio de Cultura y Deporte Británico señaló de forma contundente que "el intento de crear una competición rupturista fue un momento decisivo en el fútbol inglés y universalmente condenado por los aficionados, clubes y el Gobierno. Tomamos la acción decisiva en ese momento de llevar a cabo una reforma de la gobernanza del fútbol, que pedía la creación de un regulador independiente". Además, el Partido Conservador añadió que "pronto sacaremos adelante la legislación que haga esto realidad y que evitará que los clubes se unan a estas competiciones en el futuro".

Esa reforma --ha estado sobre la mesa desde 2021-- tiene como objetivo la creación de un regulador independiente que tendría el poder de prohibir que los clubes puedan unirse a competiciones no reconocidas por la Premier League, lo que representaría un duro golpe en los planes de la Superliga. Ese mismo regulador también incluye entre sus objetivos incrementar la representación del aficionado en el poder de decisión de los temas relacionados con los equipos y mejorar el reparto de dinero en la pirámide del fútbol inglés.

La Serie A sigue los pasos

La amenaza del Reino Unido también ha motivado a la Serie A de Italia a crear una ley que sea capaz de frenar por completo a los equipos que quieran participar en el proyecto. Esa medida se ha introducido dentro del nuevo sistema de Licencia Nacional 2024-25, en donde añaden un apartado similar al que buscan aprobar en el territorio británico.

El Napolés festeja la conquista de la Serie A 2022-23 EFE

Dentro de ese sistema establecen que "los clubes deberán, antes del plazo perentorio del 4 de junio de 2024, cumplir con el siguiente requisito: depositar la solicitud de admisión al Campeonato de la Serie A 2024/2025 en la Lega Nazionale Professionisti Serie A, también por correo electrónico certificado, que contenga la solicitud de concesión de la Licencia Nacional y el compromiso de no participar en competiciones organizadas por asociaciones privadas no reconocidas por la FIFA, la UEFA y la FIGC".

En otras palabras, la decisión de formar parte de la Superliga Europea supone que no van a recibir la licencia para participar en la siguiente edición de la Serie A. Hay que recordar que el Nápoles es uno de los pocos equipos que se ha posicionado a favor de la nueva competición. Pero la viabilidad legal de una posible sanción para que los decidan entrar en el proyecto de Barça y Real Madrid podría dar marcha atrás a la entidad napolitana, al igual que el resto de clubes que silenciosamente ven con buenos ojos entrar en ese grupo.

La Superliga confía en el precedente Bosman

A pesar de que en Inglaterra e Italia siguen marcando distancias con la Superliga, dentro del proyecto hay voces que todavía mantienen un tono de seguridad con respecto al futuro, en especial porque toman como referencia al famoso caso de la Ley Bosman, que permitió la libre circulación de futbolistas de la Unión Europea --se erradicaron los cupos--, lo que dio lugar a un proceso migratorio global sin precedentes en el deporte.

Jean-Louis Dupont, abogado belga que participó en el caso de Jean-Marc Bosman y que ahora está en el lado de la Superliga, señaló en RAC1 que "esta sentencia, dentro de 30 años, estará intacta. A nivel jurídico todos los expertos en Europa dicen que el mundo ha cambiado. Ayer una puerta estaba cerrada y ahora está abierta, y se va a quedar abierta. Todo el mundo recuerda qué ha pasado con la sentencia Bosman".

Del mismo modo, el letrado añade que el caso de la liga italiana "es una violación mayúscula a la sentencia del TJUE. En ningún otro sector ocurriría una cosa así. Si en la Federación Italiana hacen estas cosas de forma abierta le dejo imaginar lo que pasa de forma escondida". Mientras que con la situación del Reino Unido que "la sentencia del TJUE no tiene la misma fuerza en Londres. De todas formas, si deben adoptar una ley para prohibir a los clubes participar en un proyecto europeo, será porque este proyecto es atractivo".

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