Tic-tac. El tiempo vuela y, a una semana para el 21 de diciembre, FC Barcelona y Real Madrid aguardan expectantes la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la viabilidad de la Superliga. Desde su anuncio fallido por falta de apoyos --hace ya más de dos años--, el proyecto ha seguido gestándose a la sombra del fútbol establecido legalmente en Europa: el del "monopolio" que, según Florentino Pérez y Joan Laporta, mantiene la UEFA para desgracia futura de los clubes que participan. Los presidentes de los dos transatlánticos del balompié español están luchado contra viento y marea para dar luz al torneo.
Será el 21-D cuando sepan si hay o no esperanzas de llevar la teoría a la práctica. El TJUE hará pública la resolución del caso que mantiene en lidia, a día de hoy, a la gestora de la Superliga y los altos estamentos del organismo que preside Aleksander Ceferin. El veredicto final, en el que tendrá peso el precedente de la creación de la Euroliga en 2001 y el fin de la Suproliga de la FIBA, no admitirá recurso.
La decisión deberá ser acatada por todas las partes. Incluso por la Premier League y el gobierno del Reino Unido, que han trabajado conjuntamente en los últimos meses para poner palos en las ruedas a FC Barcelona, Real Madrid y A22, la empresa encargada de gestionar el proyecto. Precisamente dicha organización, liderada por el CEO Bernd Reichart, ha vuelto a dar bombo al decálogo sobre el que pretende construirse el futuro de la Superliga Europea.
El autobombo de A22 sobre la Superliga
A través de las redes sociales, A22 Sports ha aireado de nuevo el conjunto de diez principios que, tras diversas conversaciones con casi 50 clubes europeos, defenderá a capa y espada para enterrar el modelo de la UEFA y apostar por uno más innovador. Una especie de autobombo orientado a convencer a los aficionados de que el proyecto liderado por FC Barcelona y Real Madrid es el camino a seguir, a fin de transformar el fútbol europeo en un espectáculo más atractivo. Y, también, en un negocio más beneficioso económicamente para los clubes fundadores.
A falta de siete días para la sentencia, todos los estamentos de este deporte están pendientes del fallo del TJUE. "No puede ser que este monopolio siga vigente por más tiempo", señalaron hace unas semanas fuentes consultadas por Culemanía. Las mismas voces, por cierto, desvelaron el optimismo latente entre los directivos del Barça, en consonancia con la cúpula del Real Madrid. Los eternos rivales no se darán por vencidos fácilmente. Saben que, con la Superliga, recibirán una inyección económica sin precedentes temporada tras temporada. La reina de todas las palancas.
Tras la Champions, la mirada se va al TJUE
Clasificados ya blaugranas y merengues para los octavos de final de la UEFA Champions League, el horizonte europeo a corto plazo se centra para ellos en lo que suceda de aquí a una semana en los tribunales de Luxemburgo. De momento, para convencer a propios y extraños, la sociedad encargada de la Superliga ha recordado que buscan crear una "competición abierta y multidivisional con entre 60 y 80 equipos, que permita una distribución sostenible de los ingresos en toda la pirámide". Además, añade que esa participación debería basarse en el mérito deportivo y sin miembros permanentes.
Incide A22 Sports, además, en que los recursos financieros adicionales del futuro torneo se deberían repartir en toda la pirámide, aplicando siempre las normas de estabilidad financiera. "La estabilidad y previsibilidad de los ingresos mejorarían drásticamente si se ofreciera a los clubes un mínimo de 14 partidos europeos garantizados cada temporada". Esa es una de las principales premisas para distinguirse de la UEFA: ofrecer partidos de máximo nivel semana tras semana, fomentando así la estabilidad de audiencias máximas que permitan obtener mejores ganancias. Más beneficios, por supuesto, para los clubes participantes.
Calma tensa en los despachos de la UEFA
En lo relativo al máximo organismo del fútbol europeo, por ahora Ceferin mantiene la tranquilidad. Confía en que los buenos presagios de Laporta y Florentino se queden en eso: presagios. La UEFA confirmó meses atrás que la próxima temporada 2024-25 seguirá en vigor el formato suizo en la Champions League. Una nueva organización que consiste en la ampliación de 32 a 36 equipos en el torneo, repartidos en cuatro ligas de nueve clubes. Si el proyecto acabará saliendo a la luz o no, es otra historia. En siete días, tendremos pistas sobre la respuesta.