Mucha tensión alrededor del FC Barcelona. Hace varios meses que la directiva de Joan Laporta manifestó a través de un comunicado que Libero, fondo inversor alemán, se unió como un socio clave en Barça Studios. Ese acuerdo implicaba que la empresa en cuestión asumiría el pago de 40 millones de euros; sin embargo, ese dinero todavía no es una realidad. Pasan las semanas y la preocupación no deja de crecer, debido a que el club azulgrana se encuentra en el escenario de una doble amenaza.
El problema con la Liga
Es importante recordar que Libero apareció como un salvavidas para los altos mandos de la entidad, debido a la necesidad que había en el mercado de verano para obtener unos ingresos pactados en el ejercicio anterior. La compañía se hizo con el 9,8% de Barça Studios a cambio de unos 40 millones. La compañía se comprometió a pagar ese dinero para el 21 de agosto, pero no fue el caso, lo que obligó a la entidad culé a ejecutar otras estrategias --aval de la junta-- para cumplir con la planificación deportiva.
Foto de las instalaciones de Barça Studios
Ese dinero que debe llegar a las cuentas del FC Barcelona puede evitar un problema con la Liga, teniendo en cuenta a que en la parcela ejecutiva especificaron a la patronal que los 40 kilos estaban pactados como un ingreso real antes de finalizar el año. El incumplimiento de ese monto implica que la patronal del fútbol español puede generar un problema para el club con el Fair Play financiero.
En este sentido, el control económico del organismo presidido por Javier Tebas es bastante estricto, por lo que una penalización puede afectar al límite salarial del primer equipo del FC Barcelona, que recordemos parte en una posición complicada desde que comenzó la temporada. La junta azulgrana necesita llegar a un acuerdo con un nuevo inversor interesado en esa área de negocio y que Libero finalmente asuma su parte correspondiente del pacto.
El caos a nivel contable
Si bien el problema con la Liga se debe tener en cuenta, la realidad es que la segunda amenaza para el Barça es mucho más grande. Esa situación tan complicada corresponde a que Laporta decidió sumarse un apunte contable un apunte contable al valorar la venta del 49% del negocio audiovisual en torno a los 200 millones de euros, teniendo en este caso varios acuerdos con inversores, incluyendo a Libero. Eso quiere decir que el 51% restante está tasado en unos 208 millones, que son los que han terminado por inyectar las cuentas de la entidad culé. En otras palabras, es una operación de ingeniería en términos financieros.
Eduard Romeu y Joan Laporta, en un acto del Barça en el curso 2022-23
El principal problema es que si el FC Barcelona no obtiene los 40 millones que están programados, entonces el negocio audiovisual (o Barça Studios) tendrá un nuevo valor que puede generar un verdadero golpe en las cuentas del club. Marc Ciria, especialista en economía, ha señalado a Culemanía que al finalizar la temporada se debe hacer una actualización del precio de esa sociedad. Para ese entonces, la entidad tendría que haber recibido los 40 kilos y los otros 60 millones que se tienen que pagar para ese momento de 2024. De lo contrario, se avecina una depreciación.
Dicho escenario implica que en el FC Barcelona puede verse reducido los ingresos del ejercicio anterior, especialmente porque ese apunte contable de 208 millones de euros pasaría a un monto inferior en caso de no recibir la cantidad explicada. En palabras de los especialistas, representaría "un caos a nivel de cuentas" para el club catalán. Se trataría de una nueva complicación para toda la planificación deportiva de la siguiente temporada.
El Barça busca nuevos inversores
El tiempo juega en contra de la entidad presidida por Joan Laporta. Pocos días nos separan para la finalización del mes de diciembre, lo que supone un problema con la Liga en términos de Fair Play financiero. Desde hace tiempo que el Barça se acostumbra a jugar con fuego, llegando a salir ileso en muchas oportunidades, pero es una cuota de suerte que no siempre va a estar del lado azulgrana. Con la patronal el contexto es complejo, aunque con la amenaza a nivel contable todavía existe algo de margen para que los altos mandos puedan encontrar a un nuevo inversor que tome el lugar de Libero.
No hay que pasar por alto que el fondo alemán vino a ocupar una parte del espacio que ocupaban Orpheus Media y Socios.com en la división de acciones de Barça Studios. Las dos empresas siguen como aliados, pero redujeron su participación ante el cronograma de pagos que debían afrontar este año. Libero apuntaba a ser una opción que diera paso a una mayor tranquilidad con la inyección de capital, pero no ha sido el caso. Una situación que debe ser de experiencia al mandatario del FC Barcelona ante la búsqueda de un nuevo socio.