La triple brecha salarial del Barça Femenino, una presión añadida para Laporta
Existen grandes diferencias entre los sueldos de las jugadoras, las del filial femenino y en la comparativa con los equipos de Xavi y Rafa Márquez
24 noviembre, 2023 00:09Noticias relacionadas
Si bien es cierto que la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha ido reduciendo en buena parte del espectro laboral, especialmente a lo largo del siglo XXI, en el ámbito futbolístico siguen existiendo años luz de distancia. Basta con poner al FC Barcelona como reflejo del desequilibrio patente entre sus dos primeros equipos --masculino y femenino--, pero también en la comparativa subyacente de sus respectivos filiales; y, en concreto, del conjunto de Jonatan Giráldez con respecto al de sus jóvenes promesas en gestación, bajo el mando de Oscar Belis.
El millón de euros que pide Alexia Putellas para renovar con el Barça ha sido motivo de debate desde la semana pasada. Dejando de lado unas opiniones y otras, la realidad es que, en caso de que el club acabe aceptando llegar a esta cifra, la dos veces Balón de Oro, ganadora de un Mundial y dos Champions League pasará a cobrar un salario inferior al del futbolista del equipo masculino con un sueldo más bajo, Iñaki Peña. Da que pensar, teniendo en cuenta que la de Mollet es una de las máximas referentes del brutal crecimiento del fútbol femenino en todo el mundo.
Y, aunque la comparación pueda parecer de mal gusto, Alexia genera mucho más volumen de negocio que Iñaki Peña desde un punto de vista deportivo, comercial y social. No en vano atrae una gran cantidad de marcas, obteniendo --según la revista Forbes-- más del cuádruplo de ingresos por publicidad y márketing que por el sueldo que le paga el club. Luego está lo que no se palpa en números: la dorsal 11 del Barça Femenino hace que miles de niñas, ahora, sueñen con dedicarse al fútbol.
Contratos personalizados en el filial femenino
En lo que respecta al Barça Femenino, en cualquier caso, el crecimiento económico no es piramidal. Mientras el primer equipo de Giráldez proyecta unos gastos de 10,2 millones de euros en salarios este curso 2023-24, no pasa lo mismo con los sueldos del filial. Culemanía ha podido confirmar, por fuentes próximas al vestuario culé, que las jugadoras del Barça B sin presencia en el primer equipo cobran menos de 7.000 euros anuales. Algo que no llega siquiera para vivir.
En cambio, jóvenes talentos como Giulia Dragoni o Vicky López, ambas de 17 años y que ya participan asiduamente con el primer equipo, tienen contratos personalizados que engordan significativamente el salario medio de la plantilla de jóvenes promesas. Las otras futbolistas que superan la barrera de los 7.000 euros anuales son las que debutan o van convocadas habitualmente con el primer equipo, al recibir un extra pactado con el club. Algunos casos recientes han sido los de Martina Fernández, María Pérez --ya internacional absoluta-- y Alba Caño.
A pesar de que en la Liga F existe un convenio que marca el mínimo salarial de las jugadoras en los 21.000 euros anuales --y que seguirá incrementándose en los próximos cursos--, esta medida no existe en la Primera Federación. Las bases del fútbol femenino aún no están lo suficientemente profesionalizadas en España, al margen del éxito que sí se está proyectando en la élite.
Desequilibrio entre los 'diamantes' del club
En este sentido, también llama la atención el desequilibrio entre los salarios del Barça B masculino y los del filial femenino, a pesar de que la tijera de Laporta los ha reducido recientemente debido a los problemas económicos de la entidad. Pese a ello, los jóvenes del filial que suben al Barça B procedentes del Juvenil, así como los nuevos fichajes que llegan a la plantilla reserva, tienen una cifra establecida de 100.000 euros anuales más un bonus de 20.000 euros si llegan a los 20 partidos disputados por temporada.
En cuanto a los salarios del juvenil, se sitúan entre los 50.000 y los 80.000 euros anuales. Luego están casos como el de Lamine Yamal, cuyas condiciones son ostensiblemente más elevadas al estar ya consagrado en la élite. Diferencias notables que, con el tiempo, probablemente se reduzcan. Aunque para que eso suceda, el fútbol femenino deberá seguir creciendo social, comercial y mediáticamente durante muchos años consecutivos. Una presión añadida para Laporta, al presidir el club con el mejor equipo femenino del planeta. Un espejo y referente internacional.