El otro motivo que hace obligatorio el fichaje de Vitor Roque en el mercado de invierno

El fichaje de Vitor Roque por el FC Barcelona es cuestión de tiempo. También de dinero, pero sobre todo, de tiempo. El tiempo es el gran dilema que rodea esta operación astronómica de un Barça cargado de contradicciones: sin dinero, aplicando recortes por todas partes y capaz de invertir entre 60 y 75 millones de euros en un futbolista muy joven que no ha pisado Europa, que simplemente marca goles en la liga brasileña. Todo hace pensar que su rendimiento también será una cuestión de tiempo. 

Reina la incertidumbre sobre la incorporación de este joven crack en el mercado de invierno por distintos motivos. El primero, el económico. El club necesita un ingreso de 40 millones de euros acordado en el plan de tesorería presentado ante la Liga. Si no llega ese ingreso pactado con el fondo alemán Libero Football Finance --o a través de otro inversor-- entre diciembre y enero, no hay fichaje. 

Asuntos pendientes 

El segundo motivo que amenaza con paralizar la operación es plural: los deberes pendientes que tiene el Barça. Con los 40 millones hay que anular un aval de 12 millones presentado por el presidente y el tesorero del club. Habría que certificar de una vez por todas la inscripción definitiva de Gavi, que actualmente juega gracias a una cautelar judicial. Habría que inscribir las renovaciones de Xavi Hernández y su staff técnico. Y habría que ajustar los salarios de Iñigo Martínez y Balde, que actualmente están por debajo de lo acordado en sus contratos. Esto sin contar las renovaciones de Lamine Yamal y Fermín López, que por ahora se van a mantener con ficha del filial. 

Todos estos argumentos hacen pensar que el fichaje de Vitor Roque podría no ser una prioridad para el Barça en el mercado de invierno. Sin embargo, la nueva normativa de la Liga refleja un detalle muy importante que seguramente precipitará el aterrizaje de O Tigrinho en Barcelona después de Navidad. 

La madre del cordero 

El Barça liberó mucho espacio salarial en el mercado de verano con 15 salidas de jugadores que tenían contrato en vigor (Piqué, Alba, Griezmann, Trincao, Umtiti, Lenglet, Dest, Dembelé, Kessié, Ansu Fati, Éric García, Pablo Torre, Abde, Nico, Collado). Por contra, solamente se incorporaron cinco fichajes a bajo coste (Iñigo, Gundigan, Romeu, Joao Félix, Cancelo) y unas cuantas renovaciones (Araujo, Balde, Sergi Roberto, Marcos Alonso o Iñaki Peña, a expensas de los casos antes citados).

El cojín salarial que generó el Barça sigue vigente en el mercado de enero, según ha podido confirmar Culemanía. En cambio, de cara al próximo mercado de verano ya no sirve. Esto significa que si Vitor Roque llega en verano, tendrá que ser ocupando el lugar de alguien que se vaya. En caso de venir en enero, no sería necesaria ninguna salida. 

El Barça no tiene gol 

Además de ese poderoso argumento normativo, hay otro deportivo. Tanto Deco como el propio Xavi anhelan la llegada de Roque cuanto antes porque este Barça tiene muy poco gol. Tan solo Lewandowski mantiene unas cifras decentes (8 goles), seguido de un Ferran Torres (5) que no convence ni a la afición, ni al técnico. Los demás delanteros --Raphinha (2), Joao Félix (3), Lamine Yamal (1)-- y medios ofensivos --Pedri (1), Gundogan (1), Gavi (2), De Jong (1), Fermín (2)-- suman cifras mediocres para el Barça. 

El Barça de Xavi marcha tercero en la clasificación de Liga con 30 puntos --por detrás de Girona (34) y Real Madrid (32)-- pero arrastra muchas urgencias a nivel de juego. Tiene encarrilada la clasificación para la Champions, pero se complica la vida con demasiada facilidad. Vitor Roque puede ser un buen recurso para mejorar una plantilla corta y reforzada con adolescentes o veinteañeros prematuros, pero no es la solución a los males de un Barça que acumula demasiadas asignaturas pendientes tanto en los despachos como sobre el césped.