Ha salido en los periódicos de medio mundo. Joan Laporta ha sido imputado en el caso Negreira por los mismos delitos --incluido el presunto cohecho-- que Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu y el resto de acusados. Una situación que daña, más si cabe, la imagen y reputación del club al tratarse del presidente actual. Y partiendo de la base de que el FC Barcelona, como entidad, también está imputada.
Una mancha más contra el Barça
Desde que el juez Joaquín Aguirre tomó las riendas de la investigación, no hay duda de que el proceso se ha acelerado y enturbiado contra los intereses culés. Registros, nuevos delitos e imputaciones han ido lloviendo con el paso de las semanas. Este miércoles, la noticia negativa sobre Laporta salió a la luz justo antes de que Eduard Romeu, vicepresidente económico, saliese a explicar el balance de la temporada 2022-23 y los presupuestos de este curso 2023-24.
No pudo evitar que, en rueda de prensa, los periodistas le preguntaran por las últimas novedades relacionadas con Negreira, Laporta y el Barça. Y también por las consecuencias nefastas que, dejando de lado posibles sanciones penales o deportivas, puede tener el caso contra el club. ¿Podría provocar una fuga de inversores del Barça? ¿Quizá reticencias en la captación de nuevos patrocinadores en el área comercial?
El riesgo de fuga de patrocinadores
Eduard Romeu ha reconocido que el contexto actual no ayuda a salir del estancamiento en los ingresos ordinarios. "Los inversores ya tienen sus asesores. A ellos les preocupa la capacidad de que el dinero esté seguro, y el retorno. Aunque no ayuda, porque tenemos que ir justificando cosas que no nos gustan", ha destacado sobre el monotema que existe desde febrero. "Esto está en un proceso y seguirá su curso. Lo malo es que hay que ir repitiendo este tema con el paso del tiempo. Ojalá llegue el momento en que todo quede solucionado".
Lo mismo que anhela todo el barcelonismo, aunque parece que va para largo. "El tema en teoría no tiene que afectar al futuro del club, es algo que los inversores han tenido muy en consideración. No preveemos ningún impacto negativo para la entidad", ha querido remarcar Romeu, sin tener la certeza total de sus palabras.
Además del caso Negreira, al FC Barcelona le preocupa cumplir con los números pactados con los inversores. Que el Espai Barça salga adelante, según Eduard Romeu, es básico para la futura viabilidad económica del club. "Lo importante era no tener los fondos propios en negativo, porque eso incomodaba a los inversores. El Espai Barça, en este sentido, es fundamental, una fuente de ingresos imprescindible para sufragar la deuda y estamos convencidos de que tendremos más ingresos".
Controlar el deterioro reputacional
Desde el FC Barcelona, en base a la imputación de Laporta, no descartan que el apartado jurídico decida hacer alguna comunicación oficial en breve. Aunque por ahora no hay nada previsto y se sigue trabajando, en esa área jurídica de la entidad, sobre el proceso abierto. El objetivo de la junta: dar el mínimo bombo posible al asunto, pero defender al club cuando sea necesario salvaguardar su imagen o aparezcan informaciones que se desvíen de la realidad.
Mientras tanto, la gran misión de Laporta y sus pesos pesados es controlar que no aumente el deterioro reputacional del club. Frenarlo, contrarrestarlo y volver a mirar hacia arriba. De manera progresiva, para que el ámbito económico se vea afectado en la menor medida posible. Así se entiende que el Barça, sin ir más lejos, decidiese romper relaciones con el Sevilla tras el plantón de Pepe Castro en la comida de directivas previa al partido de Liga entre ambos equipos en Montjuïc. No habrá concesiones ante este tipo de reacciones. Y se actuará de manera contundente contra quienes busquen desprestigiar todavía más a la entidad.