No es la primera, y promete no ser la última. Una vez más, la junta directiva de Joan Laporta ha tomado la decisión de que la Asamblea General Ordinaria de socios y socias, que tendrá lugar el próximo día 21 de octubre a las 9.30 horas --en primera convocatoria-- y a las 10 horas --en segunda--, sea telemática y no presencial.
A pesar de que ya hace tiempo que se superaron las últimas barreras de la pandemia, los socios no podrán intervenir en persona y deberán hacerlo a través de la pantalla. Desde el club argumentan que es debido al estado de las obras del Camp Nou y alrededores, a fin de mejorar la organización del evento y que no haya incidentes.
¿Una regresión democrática?
Son varios los socios que están disconformes con esta decisión. Entienden que el hecho de impedir la asistencia personal del socio compromisario, mediante una asamblea telemática, significa privarle en parte del derecho a deliberar. Los clubes, que son personas jurídicas, adoptan sus acuerdos a través de sus órganos de gobierno, a través de la junta directiva y los resultados de las Asambleas Generales.
Se trata de reuniones de socios, debidamente convocadas, con un orden del día publicado con la antelación para deliberar y adoptar acuerdos. Unos pactos a los que se llegan, precisamente, como consecuencia de una deliberación. El caso es que, en una asamblea telemática, esa posibilidad de intervención, argumentación, queja y razonamiento por parte de los socios se entorpece.
Diversos grupos de socios opinan que se trata de una regresión democrática en la entidad culé, teniendo en cuenta además que la asamblea ni siquiera se podrá seguir ya por Barça TV, canal cerrado desde julio. Una manera, en definitiva, de adormecer a los socios y facilitar la toma de decisiones que desea llevar a cabo la directiva.
Una asamblea tranquila
Todo ello, con el filtro de las asambleas mermado por la fórmula telemática. En el caso del 21 de octubre, las propuestas de socios y socias y el turno abierto de intervenciones pondrán fin a un evento que, dentro de lo que cabe, se prevé más tranquilo de lo habitual. El punto crucial será el informe y aprobación de la liquidación del ejercicio económico de la pasada temporada --con 304 millones de euros de beneficio gracias a las palancas--, así como de los presupuestos para la vigente campaña.