La comunicación corporativa se debilita en Catalunya. Grandes profesionales del sector han dicho adiós en algunas de las empresas más importantes del país. Hace casi un año que el FC Barcelona despidió a Toni Ruiz, figura elemental en el desarrollo del club desde que aterrizó en 1996, en el ocaso de Johan Cruyff como entrenador, hasta los tiempos de hoy, donde ya no está el profeta del gol y el Barça compite contra clubes-Estado comprados a golpe de talonario por gobiernos exóticos y contra el poder de los agentes de representación, que cada vez tienen más influencia en las estrellas de este negocio que antes era deporte.
Gabriel Martínez es otro de esos artesanos de la comunicación corporativa que tal vez no mamó, como Ruiz, de la escuela Ricard Maxenchs, pero que, sin duda, ha estado hablando la misma lengua que ellos los últimos 30 años. El idioma de la atención directa al periodista, de la complicidad, la cercanía, el esfuerzo por ser didáctico, la llamada por delante del whatsapp y la habilidad de seducir mediante la dialéctica y no a base de autoritarismo e imposición.
Tres décadas después, el Banco Sabadell se despidió de Gabi el pasado martes en un homenaje por la puerta grande, ante 500 directivos de España y de su filial en el Reino Unido, TSB. Ya habían anticipado su adiós el pasado 27 de julio, en la rueda de prensa de presentación de los resultados económicos del año, donde el CEO, César González Bueno, le dedicó unas emotivas palabras ante los allí presentes.
Negociaciones en 2021
Se va porque quiere. Nadie se lo ha pedido, ni mucho menos han puesto sobre la mesa su despido. Simplemente, tocaba un cambio de etapa. 30 años son muchos y, en ocasiones, el cuerpo pide un cambio. Normalmente, lo hace antes, pero en su caso no hubo necesidad hasta hace muy poco.
No piensen que se trata de una jubilación anticipada. Simplemente, de un cambio de aires que desde el FC Barcelona seguirán atentamente. Gabriel Martínez ya estuvo a punto de convertirse en el nuevo Dircom del club tras la campaña electoral de 2021, que coronó a Joan Laporta, nuevamente, como presidente del Barça. Ferran Reverter era el responsable de las negociaciones.
Entonces no se dieron las circunstancias y Laporta apostó por el jefe de prensa de su campaña, Alex Santos, para el puesto de Dircom. Muchos dijeron que el cargo le venía grande y es cierto que hubo no pocos incidentes, y tensiones, al comienzo de la nueva legislatura de Jan en torno al departamento de comunicación. Con el tiempo, Santos ha ganado confianza y se ha ido estabilizando todo, aunque el carácter ciclotímico del Barça obliga a estar siempre en alerta.
La fabulosa relación de Gabi, tanto con el presidente Laporta como con otras personas muy influyentes del entorno culé, también aconseja seguir de cerca los próximos acontecimientos.
Avales y trampolines
A nadie escapa el papel imprescindible que ha tenido el Sabadell para el Barça. Dicha entidad bancaria ha facilitado ya un total de cinco avales al club --primer y segundo año de mandato; uno de 10M€ para inscribir a Koundé; uno de 6,6 millones a petición de la Liga para compensar la escasa reducción del presupuesto de las secciones; y uno último de 12 millones (6 aval y 6 pagaré) para inscribir a los fichajes de este verano-- en dos años y medio. También hizo de trampolín a Jaume Guardiola, presidente de la comisión económica del Barça hasta que, el pasado verano, cambió el club azulgrana por la presidencia del Cercle d'Economía.
Las relaciones son más que cercanas, casi de amistad, y el Barça de la nueva era pide a gritos la irrupción de profesionales de los de antes. Aquellos que combaten el hermetismo, los blindajes y obstáculos permanentes y, en definitiva, la incomunicación que impera. Ya sea desde dentro de la estructura, o desde fuera, tengan por segura la incidencia en clave blaugrana de este gran profesional que es Gabriel Martínez.
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