No hay día tranquilo en can Barça. Llevar el timón de uno de los grandes transatlánticos del fútbol mundial significa lidiar, semana a semana, con polémicas y obstáculos de todo tipo. Uno de los factores que deben primar por encima del resto, al menos en lo que respecta a las decisiones que se toman desde arriba, es el de la coherencia. Y ahí es cuando la directiva de Laporta ha resbalado en alguna ocasión. La elección de Limak Construction para gestionar las obras del Espai Barça es una de ellas, debido a las contradicciones que comporta de puertas hacia afuera.
La compañía turca, encargada de construir el nuevo Camp Nou, ha sido señalada como responsable de una tala masiva de bosques en el suroeste de Turquía, junto al pueblo de Ikizkoy. Culemanía se puso en contacto recientemente con el Partido de los Trabajadores de Turquía (TiP), un grupo político de izquierdas que está impulsando la protesta a través de las redes sociales. Este pasado martes 1 de agosto, de hecho, ya organizó una pequeña manifestación frente a la tienda oficial que el FC Barcelona tiene abierta en Passeig de Gràcia.
La controversia con Limak Construction
TiP explicó a Culemanía qué es exactamente lo que defiende, y en qué se basa su protesta contra Limak y el gobierno de Turquía: "Limak Holding, la empresa de construcción contratada para llevar a cabo la renovación del Camp Nou, ha emprendido una tala de árboles masiva en el bosque de Akbelen, al suroeste de Turquía. Miles de árboles han sido talados ya bajo supervisión militar, y con el apoyo activo del gobierno de Erdogan".
El gobierno de Erdogan, además, habría encarcelado ya a algunos miembros de la organización política a raíz de sus protestas. Se trata de una doble contradicción para el FC Barcelona y la junta de Laporta. Cabe recordar que desde el club se ha insistido siempre en mostrar la imagen de un nuevo Camp Nou sostenible, con consciencia medioambiental. Un Estadi, sin embargo, que lo está construyendo una empresa, Limak, inmersa en la citada polémica de deforestación para construir minas.
Tala masiva y encarcelamiento de políticos
Ahí reside la primera contradicción. La segunda tiene que ver con el encarcelamiento de los políticos y activistas comunistas. El Barça tiene firmado un acuerdo con la empresa de un gobierno que, presuntamente, aprueba que algunos políticos acaben en prisión. Y cabe recordar que Laporta, así como miembros destacados de su junta, se han mostrado muy críticos en los últimos tiempos con el trato de España a Carles Puigdemont y los distintos líderes independentistas a los que califican de "presos políticos".
Una incoherencia total en estos dos aspectos, de igual manera que en el simple hecho de haber contratado a Limak Construction, multinacional extranjera, en vez de escoger a alguna constructora catalana o española. La externalización de las obras del Espai Barça --trayendo por barco grúas gigantes de otros países-- en vez de apostar por el las empresas nacionales, también choca frontalmente con un Laporta que siempre ha defendido "el talento de casa" por delante del foráneo.
Contradictoria defensa del "talento de casa"
Esa es la tercera contradicción. Hace unos meses, desde Culemanía contactamos con fuentes del FC Barcelona para tratar de averiguar las razones que condujeron a la elección de Limak por encima de las UTEs --Unión Temporal de Empresas-- españolas y europeas. La justificación que revelaron en el club fue clara y concisa: Limak presentó la mejor oferta con diferencia. Tanto a nivel de condiciones económicas, al ser la única que mantenía el presupuesto aproximado de 900 millones, como a nivel de las denominadas condiciones técnicas; es decir, materiales de construcción y plazos de la misma.
El conglomerado Limak fue la única constructora en la terna de finalistas que cumplió estas dos condiciones. Ni Ferrovial, ni Acciona, ni FCC, ni Vinci, ni las otras que se postularon en distintas asociaciones podían garantizar ese precio, ni tampoco esos plazos. A veces, el "talento de casa" no es escogido por defecto... Sino en función de lo que los demás son capaces de ofrecer. El tiempo dirá si la apuesta por Limak genera los resultados esperados. Hasta entonces, la polémica continuará.