Parecía que la calma se había instaurado desde hacía semanas en el FC Barcelona, al menos en lo que respecta al plano institucional. Ha sido un espejismo. La junta de Joan Laporta se ha vuelto a ver salpicada por una polémica grave, aunque sea de manera indirecta. Activistas, ecologistas y políticos turcos han organizado una manifestación en el centro de Barcelona contra la alianza entre el Barça y la constructora Limak Construction. Además, han enviado una carta formal al club en la que piden al presidente que el Barça siga siendo "més que un club", solicitando a la entidad que deshaga el acuerdo que tiene firmado con Limak Construction.
La empresa otomana, encargada de construir el nuevo Camp Nou, ha sido señalada como la responsable de una tala masiva de bosques en el suroeste de Turquía, junto al pueblo de Ikizköy. ¿El motivo? La voluntad de construir una mina de carbón abierta por una central térmica. Culemanía se ha puesto en contacto con el Partido de los Trabajadores de Turquía (T¡P), un grupo político de izquierdas que está impulsando la protesta a través de las redes sociales, y que ha organizado el martes 1 de agosto (19.30 horas) una manifestación frente a la tienda oficial que el FC Barcelona tiene abierta en Passeig de Gràcia, número 15.
"Limak Holding, la empresa turca de construcción contratada para llevar a cabo la renovación del Camp Nou, ha emprendido una tala de árboles masiva en el bosque de Akbelen, al suroeste de Turquía. Miles de árboles han sido talados ya bajo supervisión militar, y con el apoyo activo del gobierno de Erdogan", reza el comunicado emitido por los comunistas turcos. "Convocamos a una manifestación para decirle a Limak Holding que no vamos a dejar que deforesten Turquía en plena crisis medioambiental. Apelamos al FC Barcelona para que asuma responsabilidad medioambiental y reconsidere su contrato con Limak Holding", concluye.
Doble contradicción para el FC Barcelona
Según asegura el partido político a Culemanía, "en el terreno deforestado caben miles de Camp Nous", y el gobierno de Erdogan habría encarcelado ya a algunos miembros de la organización a raíz de sus protestas. Se trata, por tanto, de una doble contradicción para el FC Barcelona y la junta de Laporta. Desde el club se insiste en mostrar la imagen de un nuevo Camp Nou sostenible, con consciencia medioambiental. Un Estadi, sin embargo, que lo construye una empresa turca, Limak, inmersa en la citada polémica de deforestación.
Paralelamente, y siempre y cuando la información transmitida por T¡P esté en lo cierto, el Barça tendría firmado un acuerdo con la empresa de un gobierno que encarcela a políticos. Y cabe recordar que Laporta, así como miembros importantes de su junta, se han mostrado muy críticos en los últimos tiempos con el trato de España a Carles Puigdemont y los políticos independentistas. Una incoherencia ante la cuál se espera que el club responda, de una forma u otra, a lo largo de los próximos días.
Un problema que va a más en Ikizköy
En lo que se refiere a la deforestación producida junto al pueblo de Ikizköy, un factor añadido son los incendios que siguen activos en una zona no muy lejana, y que alimentan aún más la problemática. Por un lado el fuego está acabando con centenares de hectáreas, y por el otro el gobierno de Erdogan los está talando para construir la mencionada mina de carbón.
Desde este pasado lunes, campesinos del pueblo y activistas ecologistas están llevando a cabo diversas acciones para impedir que se continúe con la tala de árboles. Algunos de ellos son quienes se han dirigido por carta al presidente del Barça. Las manifestaciones se están reprimiendo en Turquía con presencia policial, a fin de acabar con el movimiento a base de gases lacrimógenos y cañones de agua. Este fin de semana, además, el gobierno de Erdogan detuvo a cuatro de los manifestantes.
Piden a Laporta que cancele la licitación
La carta del Comité Ambiental de Ikizköy está escrita en inglés, castellano, catalán y turco. En ella se informa de la situación y se detalla cómo Limak, supuestamente, está "violando los derechos humanos y los pactos medioambientales internacionales" como el Acuerdo de París. Se insta a que el FC Barcelona siga siendo "més que un club”, y termina pidiendo a Laporta que cancele la licitación del nuevo Camp Nou a la empresa turca, siempre y cuando la situación actual continúe.
Los ciudadanos, activistas y ecologistas turcos se quejan además de que la encargada de construir el nuevo Camp Nou contamina el medioambiente con una huella de carbono tan grande. Y añaden que, ya que los jugadores van a Madrid en tren en lugar de avión para reducir las emisiones nocivas, el club debería replantearse el acuerdo con Limak Construction para así actuar con coherencia. Una controversia, en definitiva, que se ha vuelto viral a través de las redes sociales. Y que amenaza con dañar de nuevo la imagen global del FC Barcelona.