Se han tendido puentes, pero falta seguir cimentando la relación de confianza. A principios de esta semana Eduard Romeu, Elena Fort, Sergi Atienza y otros pesos pesados de la junta de Joan Laporta --como Maribel Meléndez y Anna Aznar-- se reunieron con los grupos de socios críticos del FC Barcelona, representados por Jaume Llopis y la asociación Àgora Blaugrana. La cumbre sirvió para rebajar tensiones y dejar claro, por un lado y otro, el afán de colaboración y sustento en pro de lo mejor para el futuro del club.
"Buenas palabras y buenas actitudes", destaca el propio Llopis para Culemanía, si bien es cierto que no se contestaron en pronfundidad muchas de las dudas y preguntas de los socios. La reunión ha instaurado no una tregua --porque no hay guerras entre personas del mismo bando--, pero sí un horizonte que sigue estando teñido de incertidumbre. "La verdad es que la vista fue muy bien. En primer lugar, agradecer que se diese una importancia y que la representación fuese del máximo nivel institucional. Duró casi tres horas, pusimos muchas cuestiones encima de la mesa... Es de agradecer", valora Llopis.
Transparencia limitada del Barça
Aunque lamenta que la junta no pudiese ser más transparente en algunas cuestiones. "No nos han aclarado los temas y dudas que teníamos. Han repetido lo mismo que dijeron en las reuniones de hace poco con los socios. Buenas palabras y buena voluntad, la actitud era buena. Pero nosotros no somos oposición, no queremos poner una moción de censura. Simplemente queremos tener información como socios. Y nos dijeron que toda la información está a nuestra disposición, salvo aspectos confidenciales con los patrocinadores principales, sponsors e inversores".
"Muchas cosas han quedado en actos de fe y buena voluntad. Para concretar, en septiembre iremos a otra reunión con un orden más preciso. Que huya de tanta ambigüedad. Y repito, no tenemos intención de ser oposición. Veremos más adelante cómo van los acontecimientos, y habrá que ver si esas ganas de colaborar siguen ahí", destaca un Jaume Llopis con sensaciones contradictorias.
El poder de la confidencialidad
Otro de los socios presentes en la cumbre fue el líder de Seguiment FCB, Marc Cornet. Coincide en que la respuesta del Barça a las 88 preguntas de Ágora Blaugrana podría haber sido más profunda y convincente. "Hay más cosas que nos gustaría saber, pero ellos dicen que son confidenciales. Sobre todo el plan para el Palau, que es muy importante y así se lo transmitimos. El anterior SEO --Ferran Reverter--, ya dejó claro que el Palau era clave, porque se podrían hacer conciertos en invierno y se podría minimizar el coste con sus ingresos extra. Ahora lo que nos han dicho es que todo eso está previsto, pero a nosotros nos gustarían respuestas más concretas. Si ellos lo tienen claro, ya es un paso. Aunque es un precio distinto al del principio, de 420 millones previstos a unos 200, y eso genera preocupación".
El fuego que los directivos y ejecutivos del FC Barcelona consiguieron apagar, a medias, fue el de la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD). Marc Cornet se congratula, en palabras a este medio, del compromiso de la junta actual por evitar a toda costa un cambio en el modelo de propiedad. "Tienen muy claro que el Barça no es una empresa, que se tiene que mantener el modelo de propiedad. Eso nos deja más tranquilos. Nosotros les expresamos que tiene que ir más allá, y nos dijeron que la apuesta es clara y que el Barça no puede dejar de ser de sus socios. Aunque el riesgo lo seguimos viendo, porque la deuda es muy grande".
Nuevo capítulo en septiembre
Tras la cumbre mantenida en este mes de julio, las dos partes se han emplazado a volver a septiembre para volver a verse las caras y analizar la situación del club. "Esperamos que haya aún más transparencia. Se trata de acompañar todo lo que pase: las obras habrán ido avanzando, el primer equipo ya estará jugando en Montjuïc, las secciones empezarán a jugar en el Palau con la permanencia de las obras... Hay detalles interesantes que ya en septiembre estarán encima de la mesa", remarca la cabeza visible de Seguiment FCB.
En la misma línea que Llopis, refleja la voluntad de ayudar al club y, en especial, a los socios que lo conforman. "Cuando hay interacción, ayudas a que las personas saquen lo mejor de sí mismas. El hecho de que nos preocupemos y lo expresemos públicamente, también es una forma de que la directiva saque lo mejor de sí misma". Una herramienta de presión necesaria, en definitiva, para mantener alerta a la junta laportista y asegurar la viabilidad de cada una de las decisiones tomadas.