El FC Barcelona podrá hacer uso de una herramienta con la que no contaba en sus planes iniciales de mercado. La Liga relajó las reglas de control económico sobre los clubes españoles el pasado 28 de junio. El organismo regulador que preside Javier Tebas pretende estimular los movimientos en el mercado de fichajes. De este modo, el Barça podrá utilizar el 35% del dinero ingresado en concepto de traspasos en vez del 20% anteriormente establecido.
Así, de cada 100 millones de euros recibidos por una venta, el club azulgrana podrá inscribir 35 millones en vez de 20. La modificación de las normas tiene carácter transitorio, pues se habían establecido dichas reglas para garantizar la sostenibilidad económica de la competición. Sin embargo, se desconoce la fecha de caducidad de la nueva normativa, más allá del cierre de la ventana estival de fichajes.
Hay que vender
Decía Xavi Hernández a Culemanía en la presentación de la 25ª edición de su campus de verano que "tiene que haber salidas para poder incorporar. A partir de ahí es un tema de cuadrar números". La clave para desatascar operaciones como la incorporación de Vitor Roque son las ventas. Y de momento, todos miran hacia otro lado. Nadie quiere dar el paso, porque en Can Barça todos viven muy a gusto.
La realidad es que esta temporada solo han dejado dinero por sus marchas Antoine Griezmann y Francisco Trincao. El club catalán pactó con el Atlético de Madrid un traspaso de 20 millones de euros. A finales de la temporada 2022-23, el Sporting de Portugal abonó 7 millones de opción de compra obligatoria tras conseguir la permanencia.
Más allá de estas dos salidas, Sergio Busquets abandonó la entidad libre; Jordi Alba, Samuel Umtiti y Gerard Piqué lo han hecho tras acordar sendas rescisiones de contrato. Por lo tanto, no queda dónde rascar en concepto de traspaso hasta la fecha.
Una gran venta
El Barça tiene la obligación de cerrar una gran venta de un futbolista como Raphinha, con muchas 'novias' en el mercado. Con una tasación de 60 millones según Transfermarkt y la exigencia de la directiva de sacar más de 80 kilos con su venta, se podrían inscribir sueldos por valor de 28 millones con el dinero procedente de su traspaso.
Por no hablar de los 12 millones de euros de salario bruto anual que percibe el extremo brasileño. Esa cifra, más la amortización de su primer año de contrato, de 13 millones, liberaría 25 kilos de masa salarial.
Limitaciones menos restrictivas
Otra de las modificaciones de la normativa hace referencia a la regla del 40% de la Liga. El Barça, sometido hasta la fecha a dicha norma por exceder el límite salarial e incurrir en situación de pérdidas ordinarias podrá inscribir el 50% de un salario liberado de la plantilla.
La directiva azulgrana también debe sacar partido de esta relajación de las restricciones de la Liga. Pero sin salidas no hay premio. Y las liquidaciones de los contratos de Samuel Umtiti (20 millones) y Jordi Alba (7 millones) no computarán para este ejercicio 2022-23, sino para el 2023-24.
En consecuencia, más allá de sacrificar algún jugador del primer equipo como Raphinha o Franck Kessié, el Barça tiene que encontrar acomodo a los siguientes cedidos, de cuyos sueldos el club podrá inscribir el 50%: Clément Lenglet (liberará 16 millones), Sergiño Dest (10,8 millones), Álex Collado (2,7 millones) y Gustavo Maia (1,7 millones). De algún modo debe generarse el espacio que dé cabida al salario de Vitor Roque, y del mediocentro que suceda a Busquets.