Se prevén años duros en el seno de Montjuïc. El Estadi Olímpic Lluis Companys, pintado no hace tanto de blanquiazul, acogerá como local al FC Barcelona hasta finales de 2025. Durante todo el mes de junio, los socios que poseían un abono en el -ya destruido- Camp Nou, deben decidir si trasladan la propiedad de su asiento a un estadio para ver si este brilla con el fútbol igual que lo hizo recientemente con Beyoncé o Cold Play.
La dirección financiera del club presentó unas tarifas iniciales para ajustar al máximo las pérdidas económicas que supone el traslado. En un principio, las localidades en Montjuïc eran un 40% más caras que en el Camp Nou. Sin embargo, la escasa demanda por parte del socio -menos de 6.000 abonos- obligo al club a rectificar y bajar los precios un 50% del inicial.
Joan Laporta, presidente del Barça, visita las instalaciones del Estadio en Montjuïc / REDES
Tras esta rebaja, que nada tiene que ver con una promoción, el Barça estimó que 27.000 socios solicitarían una localidad en el Lluis Companys. A falta de cinco días para el cierre del plazo para abonados actuales, la entidad solo ha recibido 12.500 solicitudes. En estos últimos días, se prevé que los culés más despistados hagan un arreón final y la cifra alcance las 15.000 peticiones, según ha informado Rac1.
La situación es preocupante
La preocupación en el club es latente, pues los números están muy lejos de la previsión menos optimista. Tras la clausura del plazo, el lunes se abrirá la opción para que los socios que se encuentran en lista de espera para conseguir un pase de temporada en el Spotify Camp Nou, puedan tenerlo en Montjuïc.
Panorama del Estadio Olímpico de Montjuïc, en Barcelona / CC
La dinámica de los abonados en el Lluis Companys será distinta. Los socios con asiento no tendrán un asiento fijo asignado, sino que deberán comunicar al club cuando quieran asistir a los partidos y se les asignará una butaca dentro de la zona que han elegido para su abono. Si hubiera un utópico exceso de demanda, el club realizaría un sorteo.