Messi y los socios del Barça señalan a Laporta por falta de credibilidad
Crecen las dudas sobre la gestión del presidente culé a medida que avanza el mandato
12 junio, 2023 00:04Noticias relacionadas
Dijo Xavi Hernández en una entrevista, poco después de confirmarse el fichaje de Leo Messi por el Inter Miami, que no debe ser fácil ponerse en la piel del futbolista. Tampoco debe ser sencillo hacerlo en la de Joan Laporta, un presidente que no deja indiferente a nadie y levanta opiniones radicalmente opuestas a medida que avanza su mandato. Las voces críticas se están haciendo escuchar cada vez más, a raíz del descontento de algunos socios por la desinformación, opacidad y falsas ilusiones que se desprenden de su gestión. Y por ende, del resto de la junta directiva.
El nuevo fracaso --y ya es el segundo-- de Laporta por tener a Leo Messi en el FC Barcelona ha sido, únicamente, el último de una larga lista de escenarios en los que el presidente ha quedado retratado. Dejó escapar a La Pulga en 2021 y, dos temporadas después, no ha logrado convencerle de que vuelva. Leo no quería jugársela, fruto no sólo de la incertidumbre institucional y económica que atraviesa el club, sino por la desconfianza que le genera Laporta desde hace un par de años.
Demasiadas preguntas sin respuesta
¿Cómo se explica que no se pudiese renovar a Messi por un salario de 50 millones brutos y, a los cinco meses, se terminase fichando a Ferran Torres por 55 millones más 10 en variables? Por aquel entonces, todavía no se habían activado las palancas. ¿Por qué era tan necesario invertir 58+7 millones de euros en Raphinha? El hecho de que el agente del brasileño sea Deco, buen amigo de Laporta, puede servir en parte de explicación. Suerte ha tenido el bueno de Jan, en el caso de Raphinha, de que su rendimiento haya sido aceptable con dobles dígitos de goles y asistencias.
Otra pregunta recurrente, y ésta seguro que también se la ha hecho Xavi alguna vez. ¿Por qué ese empeña tanto en lograr el fichaje de Rúben Neves, jugador al que el entrenador no quiere? Dos palabras: Jorge Mendes, con quien mantiene una gran relación y que está inmerso en muchas de las operaciones --ya sea traspasos, fichajes, cesiones o renovaciones-- de futbolistas de la primera plantilla.
Más preguntas sin respuesta clara. ¿Por qué esa apuesta tan decidida por Limak para el Camp Nou? ¿Por qué incrementó Laporta los pagos a Negreira en su anterior mandato? ¿Por qué decidió subir los salarios de la parcela ejecutiva a finales de 2021, justo en el peor momento económico de la historia reciente del club? Casos aparte son los amiguismos que le han llevado a colocar en puestos de relevancia a personas de confianza, pero que quizá no están del todo preparadas para los cargos que desempeñan o han ocupado a lo largo del mandato.
Amiguismos y el juego a dos bandas
Rafa Yuste, Enric Masip, Sergi Atienza, Manana Giorgagdze, Holger Bittner o Brian Bachner son algunos de las personas que Laporta ha puesto a dedo en el club. Por otro lado la prima de Laporta, Marta Segú, es la directora de la Fundación FCB y disfruta desde hace unos meses de un notable aumento de sueldo, al cobrar alrededor de 200.000 euros anuales según publicó El Triangle recientemente.
Son pequeñas acciones que, todas juntas, incrementan la desconfianza de parte de los socios hacia el presidente. El proyecto de Superliga Europea en que el FC Barcelona está inmerso de la mano del Real Madrid, por cierto, no arranca. Más bien al contrario. Y se desconoce cómo está la relación actual entre Laporta y Florentino Pérez, teniendo en cuenta que Jan en ocasiones se acerca más a Liga y UEFA --por propio interés del Barça-- y, sin embargo, mantiene alianzas con el eterno rival en múltiples frentes abiertos. Un juego a dos bandas que a veces desconcierta, y que no es ni bueno ni malo; se pretende que sea útil y beneficioso. Pero también es opaco y poco transparente. Entre amigos y familiares, no hay nadie que controle al presidente.
Desfile de dimisiones, burofax, juicios...
Quizá por eso han ido desfilando del club personas que parecían preparadas y, en disconformidad con algunas decisiones del mandatario culé, hicieron las maletas. Jordi Cruyff ha sido el último de ellos, pero antes se fueron otros cargos destacados como Ferran Reverter --un CEO cuyo puesto no ha sido reemplazado-- o Jaume Llopis, que precisamente ha interpuesto ya varios burofax por la desinformación, dudas y falta de transparencia de la junta en la financiación del Espai Barça. No lo ha hecho solo, sino que le han acompañado decenas de socios descontentos.
Todos estos ejemplos, sin entrar en uno de los más graves: el caso Negreira, que lleva ocupando portadas de los periódicos desde hace semanas. La gestión de Laporta al frente del club, en definitiva, está en tela de juicio para buena parte del barcelonismo. Y ni siquiera la resurrección deportiva del equipo de Xavi es capaz de esconderlo. Como cuando se intenta tapar el Sol con un dedo.