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Leo Messi será jugador del Barça si él quiere. Como ha dicho Xavi Hernández en varias ruedas de prensa: "Depende de él". Si volver al Camp Nou --pasando primero por Montjuïc-- es la verdadera voluntad del astro argentino, se hará realidad. Desde la entidad que preside Joan Laporta se está haciendo mucho trabajo con este objetivo. 

Mateu Alemany ha hecho los deberes tras jugar un par de semanas al gato y el ratón. El director de fútbol se queda en el Barça y, aunque nunca fue de los partidarios de prolongar la era Messi, lo dejará todo a punto para que su vuelta sea posible. Las salidas de Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba suponen un paso de gigante. Sin ellos, el club se ahorra cerca de 80 millones en salarios

Dos condiciones para que Messi pueda volver 

La condición fundamental para que sea posible y la Liga dé su atorización pasa por cerrar una venta. Cuánto antes firme el Barça un traspaso relevante, antes tendrá el encaje necesario para la inscripción de Messi. Por este motivo, el club trabaja contra reloj, con el objetivo de firmar una venta antes del 30 de junio. Lo más pronto posible. 

La segunda condición para hacer viable la vuelta del mejor jugador de todos los tiempos es salarial. El salario tope que le puede ofrecer el Barça es de unos 26, máximo 30 millones de euros brutos por temporda. Si Leo acepta esas condiciones, la operación será factible. En caso de que el crack rosarino aspire a un mayor salario --y el problema es que se comenta que las ofertas de Arabia Saudí van de los 400 a los 600 millones de euros--, el Barça tendrá que rechazar su regreso. 

Aunque hay estudios que prevén un aumento de la facturación en el Barça en 235 millones de euros solo con la presencia de Messi en el club, como desveló Culemanía en exclusiva, la realidad es que es muy difícil tener la garantía de que el regreso de Messi aumentará tanto los ingresos. Por lo tanto, el club trabajará en un plan para poder compartir un porcentaje de los ingresos publicitarios que se deriven de su regreso, siempre y cuando se produzcan. 

El plan de choque del Barça: recortes y traspasos

Sin embargo, en estos momentos el Barça todavía trabaja en dos cuestiones prioritarias. En primer lugar, reducir la partida de gastos de forma sustancial para tapar el agujero actual de 220 millones de pérdidas. El plan pasa por ejecutar recortes por valor de 116 millones, sumando los nuevos ingresos por patrocinios, y cerrar ventas de futbolistas por más de 100 millones. Ansu Fati, Ferran Torres y Kessié son los principales candidatos a salir, aunque no se descartan otros jugadores como Raphinha o Koundé

En segundo lugar, el Barça priorizará la inscripción de los renovados. Gavi y Araujo son los primeros de la lista. Les siguen Marcos Alonso, Sergi Roberto, Iñaki Peña y otros jugadores que no suponen tanta urgencia porque tienen contrato hasta 2024: Dembelé y Balde. Una vez los reonvados estén inscritos --al menos, los cinco primeros-- entrará en acción la operación Messi. Antes de Araujo y Gavi, imposible. 

Diferencias entre la norma 40% y la regla 1-1

A priori, el club ya tiene margen salarial suficiente para inscribirlos gracias a las salidas de Piqué, Busquets, Alba y los ahora jugadores del Atlético Antoine Griezmann y Memphis Depay. Todo esto ayuda a reducir la masa salarial. Sin embargo, hasta que el Barça no tenga tapado el agujero de los 220 millones no será posible jugar en el mercado bajo la regla 1-1 de la Liga. Actualmente, el Barça está sometido a la norma del 40%. 

La salida de Alba y Busquets facilita el fichaje de un centrocampista top para el Barça / REDES

Este aspecto es clave para la inscripción de Messi. Las salidas de Alba, Piqué y Griezmann computan de cara a este verano porque los tres tenían contrato hasta 2024 (cosa que no ocurre con Busquets y Memphis, que finalizaban en 2023).

Sin embargo, no es lo mismo estar en la regla 1-1, que implica que el Barça podría inscribir jugadores por valor de los 80 millones que se ahorra con sus salarios, que estar bajo la norma del 40%. En este segundo caso, el club solo podría inscribir nuevos fichajes por valor del 40% de esos 80 millones que salen. Es decir, solamente podrían meter 32 millones en nuevos salarios.

Kessié, Koundé, Dembelé y Gavi, durante la rúa del Barça / REDES

Con esa cifra es del todo imposible encajar a todos los renovados y, además, a Leo Messi. Por este motivo es necesario cerrar una venta cuanto antes. Con un traspaso importante, se liberará un nuevo salario, se ayudará a tapar el agujero de los 220 millones y se podrá aplicar el 20% del ingreso derivado del traspaso para ampliar más margen salarial. 

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