Xavi Hernández no quiso abordar la renovación de su contrato hasta que el Barça ganar la Liga. Hace unos meses, incluso condicionó su continuidad como técnico del primer equipo a un desenlace favorable en la máxima competición española. Conseguido el objetivo, Xavi pide ahora una importante mejora salarial. También quiere más poder en el club, pero la marcha de Jordi Cruyff, actual director deportivo, no le favorece. Con Jordi tenía muy buena sintonía y afinidad futbolística.
La dirección deportiva del Barça ya ha empezado las negociaciones con los agentes de Xavi para renovar el contrato del técnico. De momento, las diferencias son importantes. El club asume un aumento salarial, pero mucho menor del que pide el entrenador de Terrassa. No obstante, Xavi espera firmar pronto un nuevo compromiso hasta 2026. "No seré un problema para renovar. La prioridad es el equipo", manifestó el técnico en la rueda de prensa previa al partido ante la Real Sociedad.
La gestión de Xavi
"La prioridad es hacer un equipo competitivo, reforzarnos bien y ganar títulos. No seré un problema para el club, aunque he leído que hay discrepancias", recalcó Xavi este viernes.
Laporta está contento con la gestión de Xavi de la plantilla en un momento muy delicado para la institución. También le agradece que sea "un hombre de club" que asume la delicada situación económica del Barça y los problemas con el Fair Play Financiero. El año pasado, el técnico se quedó sin algunos fichajes prioritarios como los de Azpilicueta y Bernardo Silva por los problemas de la entidad. Y ahora cree que tampoco podrá incorporar a jugadores que desearía para reforzar su plantilla.
La marcha de Busquets
Xavi se ha encontrado cómodo con Mateu Alemany y, sobre todo, con Jordi, con quien comparte filosofía futbolística. Del ejecutivo balear destaca su capacidad negociadora, pero discrepa en otros asuntos. Por ejemplo, en el perfil de algunos futbolistas que desearía contratar.
La salida de Sergio Busquets del Barça ha constatado la mala planificación del club para encontrar un sustituto al actual capitán. Xavi prioriza el fichaje de Martín Zubimendi, de la Real Sociedad, club que se remite a la cláusula de rescisión del mediocentro. Los 60 millones de euros son una cantidad muy alta para un Barcelona económicamente muy débil.
Discrepancias con Neves
Jordi Cruyff también se posicionó públicamente a favor del fichaje de Zubimendi. Y rechazó la opción de Rubén Neves, centrocampista portugués que ha sido ofrecido por Jorge Mendes a Laporta. Su precio ronda los 40 millones de euros y lo podría cerrar Deco.
Xavi, según ha podido saber Culemanía, no quiere a Neves. Cree que no tiene nivel para jugar en el Barça, sobre todo de mediocentro. Y observa con preocupación el poder creciente de Mendes, representante de Balde, Yamal y Ansu Fati, entre otros futbolistas, a quien Laporta ha pedido ayuda para renovar al equipo.
Christensen y Kessié
El fichaje del mediocentro retrata perfectamente las distintas sensibilidades que conviven en el Barça. Alemany, por su parte, tiene un buen conocimiento del mercado y prioriza las incorporaciones de jugadores que acaban contrato.
Hace un año, Alemany cerró los fichajes de Christensen y Kessié a coste cero. La contratación del defensa danés ha sido muy aplaudida por Xavi, que también dio luz verde al fichaje del centrocampista de Costa de Marfil. Un año después, el Barça podría vender a Kessié por 20 millones de euros y fichar otro centrocampista. La apuesta del director de fútbol es Ilkay Gundogan, que acaba contrato con el Manchester City.
El regreso de Messi
El técnico de Terrassa también quiere a Vitor Roque como relevo de Robert Lewandowski y a Juan Foyth para la banda derecha. Ambos fichajes dependerán de las salidas y del visto bueno de la Liga. De no ser factibles, Alemany y Deco activarán opciones más económicas.
Laporta, mientras, intenta satisfacer a Xavi y Alemany. Sus prioridades no suelen coincidir. Incluso el posible fichaje de Messi no suscita el mismo interés en el técnico que en el director de fútbol. Xavi considera que es fundamental para elevar el nivel ofensivo del equipo, mientras que Alemany tiene más dudas. En este asunto, el presidente está totalmente alineado con el entrenador del Barça.