Sin entrar a valorar si su precio se adecúa a su valor, parece claro que el fichaje de Dani Olmo no era para el Barça una necesidad ni una oportunidad de mercado. Para argumentar lo primero, basta ver cómo en la Eurocopa su puesto de partida fue el de suplente de Pedri. Lo segundo lo explica la renovación con el Leipzig hasta 2027 que el mediapunta formado en La Masia firmó el año pasado, pese a su notorio deseo de vestir de nuevo la azulgrana.
Más de 55 millones de euros como precio de traspaso, ese 'Welcome back' que siempre amarga las fotos del anuncio del re-fichaje de cualquier chico de la casa y un rol aún por definir en el nuevo Barcelona de Hansi Flick contemplan a un futbolista evidentemente talentoso y con una colosal vis competitiva: pocas cosas se le dan mejor que los minutos clave de los partidos importantes. No conozco a ningún culé que no quiera a Dani Olmo en su equipo. Pero sí, y yo me cuento entre ellos, a algunos que dudan del resultado final de pedir una lámpara y que te traigan un sofá, como decía Rafa Benítez, eterno llorón pero no por eso siempre equivocado.
La pretemporada del Barcelona tiene tan difícil escrutinio como cualquier otra, pero sus tres vectores principales de análisis son que Pau Víctor debería quedarse en el primer equipo si hay espacio para inscribirlo porque el auténtico olfato de gol nunca sobra en una plantilla, que la nueva oportunidad para Ansu Fati deberá esperar y que La Masia ha provisto a Flick de unos cuantos futbolistas lo bastante maduros como para resolver la escasez de efectivos relevantes en dos posiciones problemáticas: el lateral derecho y el mediocentro. No endeudar más al club y que jueguen los de la casa es una apuesta que puede salir mal como hecho consumado, pero desde esta columna jamás la criticaremos como principio. Sobre todo, viendo lo que hay disponible en el mercado al que puede acceder el Barça ahora mismo para reforzar su zona defensiva.
Ante todo lo expuesto, se entiende mejor que la inversión la haga Deco, con el visto bueno de Laporta, en el ataque. Y no solo este verano sino también el siguiente. Y de esa forma también se explica la llegada de un jugador como Olmo: si tienes a un tío que es bueno en cualquier sitio, también tienes a un tío que puede jugarlo todo. De extremo, si no logras fichar a un especialista vasco y con corte de pelo 'Bandido'. De mediapunta o interior, si a Pedri le hacen otro entradón como el que le hizo el asqueroso de Kroos o los tendones del sobreexplotado Gündogan hacen catacrocker. También en el otro extremo, para dar descanso al aún tierno Lamine. E incluso de '9', para que a Lewandowski no se le vean los costurones el día que la victoria dependa de la presión alta. Igualmente, para que la posición no quede vacía si al polaco se le da boleto el verano que viene y no se puede fichar a nada mejor. Dani puede parecer un remiendo, pero en realidad es una red de seguridad. Y por ese precio y con ese salario, a lo mejor acaba hasta saliendo barata.
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