El Barça celebra el fichaje de Dani Olmo, la primera operación ilusionante del verano. También presume de Pau Víctor, un joven de 22 años con mucho desparpajo y gol. A la espera de Nico Williams o más refuerzos, la gran obsesión de Joan Laporta pasa por soltar lastre. Por vender o ceder a futbolistas que no entran en los planes de Hansi Flick. Y la prioridad pasa por resolver la marcha de Clement Lenglet.
El de Lenglet fue un fichaje muy celebrado por el Barça en 2018. De él se decía que era el Samuel Umtiti, otro francés que rindió muy bien durante dos años. Antes de lesionarse y esquivar el quirófano. Titular con Ernesto Valverde, fue suplente o el eterno descarte de Ronald Koeman y Xavi Hernández, y las dos últimas temporadas fue cedido al Tottenham y al Aston Villa.
Lenglet y Faye, en venta
Lenglet renovó su contrato en 2020. Aceptó el club difiriera su salario a cambio de prolongar su compromiso hasta 2026. Esta temporada, el futbolista francés debe percibir unos 16 millones de euros, una cifra muy elevada que frena cualquier operación. Ya sea un traspaso o una cesión. Incluso su continuidad en el Barça. Es un jugador que gusta a Hansi Flick.
El Barça también busca una salida para otros jugadores, ya sea por motivos deportivo o económicos. O ambos. En defensa sobran centrales. Deco y Laporta han tasado a Mika Faye en 15 millones de euros. El defensa senegalés está en el punto de mira del Oporto y de algunos clubes de la Premier.
Iñigo Martínez y Gundogan cobran mucho
Deco también busca una solución para Iñigo Martínez. Fichado hace un año, solo pudo ser inscrito durante una temporada. Su ficha supera los nueve millones de euros y el máximo ejecutivo deportivo podría darle la carta de libertad para ahorrarse su salario. En la misma situación está Ilkay Gundogan, que gana casi 20 millones de euros. En el Barça nadie cuestiona su calidad, y mucho menos Flick, pero el técnico cuenta con muchos mediapuntas. Pedri, Fermín, Dani Olmo, Raphinha y Ferran Torres también pueden jugar por detrás del delantero centro.
Laporta y Deco también tienen otra prioridad: la salida de Vitor Roque. El Barça pagó 30 millones de euros fijos y 31 en variables, comisiones aparte, al Athletico Paranaense en enero. Futbolista muy rápido pero de técnica limitada, fue suplente con Xavi y tampoco gusta a Flick.
Vitor Roque y Nico Williams
El Barça negocia una cesión de Vitor Roque, aunque su representante, André Cury, solo contempla dos opciones: su continuidad en Barcelona o su venta a otro club. De momento, la Lazio ha ofrecido 20 millones de euros por el 50% de sus derechos.
Raphinha y Ferran Torres tampoco tienen garantizada su continuidad en el Barça, sobre todo si finalmente llega Nico Williams. Y, mucho menos, Ansu Fati, que ya fue cedido hace un año al Brighton. El delantero de Guinea Bissau sigue lesionado (planta del pie) para desesperación de un Barça que necesita vender y bajar su masa salarial.
El plan de Laporta
Deco asume que las próximas semanas serán complicadas. Históricamente, el Barça tiene muchos problemas con sus descartes. Nadie quiere irse del club porque sus fichas suelen ser muy elevadas. Paralelamente, el director de fútbol se ilusiona con nuevos fichajes. El más ilusionante, y tal vez el más complicado, es el de Nico Williams.
Laporta, de momento, pide paciencia. Necesita que salgan jugadores antes de asumir nuevos fichajes. Si por él fuera, intentaría contratar a un mediocentro de primer nivel y a un lateral derecho, ya sea Joao Cancelo -tiene muchas opciones de ser cedido un año más- o Jeremie Frimpong, el futbolista más deseado por Flick. Pero la economía delBarça no está para grandes dispendios.