Que un jugador como Joao Félix esté en la órbita del Barça actual es de una lógica aplastante, y extraña que entre la culerada haya reservas con el muchacho. Más aún si se justifican en su partir peras con Simeone, en tanto en cuanto el currículo del medianamente laureado técnico argentino es loable pero, excepción hecha de un Griezmann muy peculiar y, en mi opinión, desaprovechado en su paso por el Camp Nou, también lo veo parco en cuanto a gestión del supertalento se refiere. No le pongo un pero a su capacidad para tener a una mayoría de futbolistas rindiendo a su nivel o por encima. Eso sí, ¿cree usted que habría sido capaz de replicar output si hubiera dirigido a genios de una mayor complejidad como Messi, Iniesta, Cristiano, Benzema, Neymar o Ronaldo el bueno? Yo, con todo respeto, tendría que ver eso.
Ojo, no significa que dude de que Joao necesita tutela. Pero teniendo en cuenta que quienes no han logrado embridarlo hasta ahora han sido justamente El Cholo y el misérrimo Frank Lampard, tampoco me atrevo a descartarlo por inútil. En cualquier caso, le guste a usted más o menos, lo cierto es que periódicamente se lanzan entusiastas miraditas a la situación del talento de Viseu desde el despacho con más peso en la política deportiva azulgrana: esto es, el de Joan Laporta.
Si quedaba alguna duda de cómo ha terminado por funcionar el club en esta segunda venida del laportismo, quedaron despejadas en las últimas entrevistas concedidas por el president. En su discutible pero nada ambigua visión, el Fútbol Club Barcelona ha de ser manejado como "una empresa familiar multinacional", donde es necesario "que haya una persona que tenga todo el club en la cabeza". "O sea, yo", apostilló sin pudor. En estos términos absolutistas, se hace muy complicado pensar que Mateu Alemany, quien por algo se quería ir a la Premier, Deco o incluso Eduard Romeu tengan derecho de veto a los caprichitos del presidente.
La pasada semana el inefable Jorge Mendes, agente del menino, despachó con Jan y su corte sobre el medio Barça que ya tiene bajo la sombra de Gestifute y el otro medio que aspira a tener. Por ahí volvió a aparecer el nombre de Cancelo, se filtró que Bernardo Silva sigue siendo objetivo blaugrana, y también asomó la patita un tímido rumor sobre el deseo de Joao Félix de unirse al FC Barcelona en busca de redención. Teniendo en cuenta el mantra que más repite el propio Laporta cuando habla de fichajes ("siempre es de valorar que los grandes jugadores sigan queriendo venir al Barça") y la condición de náufrago del futbolista, es posible que los renovados contactos para enfundarle la azulgrana puedan llegar a buen puerto.
Obvio, Gil Marín preferiría no reforzar a un rival directo con un futbolista de primera fila, y mucho menos cedérselo, pero no es que haya cola en Europa para afrontar la crisis reputacional del chico. En cuanto a talento y condiciones, Joao lo pone fácil: es buenísimo por la izquierda, por la derecha y por el centro, en el inicio de la jugada, en el último pase y en su culminación. Solo le falta encontrar encaje en una disciplina de equipo que le motive para trabajar un poco más en serio y le oxigene las meninges. Y otra cosa no, pero en la muntanyeta de Montjuïc corre el aire que da gusto.
P. D.: Nos vemos en Twitter: @juanblaugrana
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