Luto en el Barça. Y en el fútbol holandés. Johan Neeskens, uno de los futbolistas más queridos por la afición barcelonista, falleció este lunes de forma súbita. Tenía 73 años.
Neeskens formó parte de la naranja mecánica. De la selección holandesa que enamoró al mundo en el Mundial de 1974 y que perdió en la final ante Alemania (2-1). Él, de penalti, marcó el único gol holandés y, terminado el campeonato, fichó por el Barça. Sustituyó al Cholo Sotil.
El escudero de Cruyff
En el Barça y con Holanda, Neeskens fue el mejor escudero de Johan Cruyff. Era un centrocampista todoterreno, con más carácter que talento, que reventaba la pelota cada vez que lanzaba un penalti. Era casi infalible.
Los gritos de "Neeeeeeeskens, Neeeeeesnkens" eran habituales en los años 70 en el Camp Nou, cada vez que robaba una pelota. Llegó al Barça procedente del Ajax y jugó cinco temporadas en el equipo azulgrana. Con el Barça participó en 140 partidos en los que marcó 35 goles y solo ganó dos títulos. La Copa del Rey de 1978 y la Recopa de 1979.
Basilea, la gran final
La Recopa no fue un título cualquiera. Y mucho menos para Neeskens. El 16 de mayo de 1979, 35.000 aficionados del Barça se desplazaron a Basilea y disfrutaron con la victoria ante el Fortuna de Düsseldorf (4-3).
La victoria fue muy celebrada en Basilea y en Barcelona. El día después, un millón de aficionados salieron a las calles de la capital catalana para festejar el título y venerar a sus ídolos. En la plaza de Sant Jaume, el futbolista más emocionado era Neeskens, quien ya sabía que no seguiría en el Barça y lloró desconsoladamente. El club había fichado a Simonsen.
Gritos contra Núñez
Los aficionados del Barça pidieron la continuidad de Neeskens y el grito de guerra fue el "Neeskens sí, Núñez no" que tanto molestó al entonces presidente. Neeskens --años después fue ayudante de Frank Rijkaard-- se fue con el cariño de los culés, que hoy lloran su muerte.