Muchas son las familias que han contado con más de un miembro en el primer equipo azulgrana, como recoge El árbol del Barça (2023). Y una de ellas es la de los Morales. Antonio y Rafael nacieron en Madrid, donde tuvieron su primer contacto con el balón. Pero ambos terminaron en Barcelona.
Antonio (Arsenio, según algunas fuentes), también conocido como Morales I, descubrió el fútbol en el infantil del Moncloa, un equipo que terminó diluido en otros conjuntos. Entre ellos, en la Sociedad Gimnástica Española, en la que él continuó con su preparación, igual que su hermano, y con la que conquistó el Campeonato de Madrid antes de aterrizar en el Club Español de Madrid.
Llamaron la atención del Barça
Pero unos amistosos en 1911 entre una selección madrileña y el Barça le valieron el billete para la Ciudad Condal. Llamó la atención del conjunto azulgrana, que lo incorporó pocas semanas después. Y, con él, su hermano Rafael (Morales II o Meneno), que también se incorporó al equipo catalán. Debutaron en campeonato oficial con una diferencia de mes y medio.
Aun así, el paso de los Morales por el Barça, ambos delanteros, fue relativamente discreto. Antonio ganó la Copa en su primera temporada, en la que participó 74 veces con la camisola azulgrana y anotó 32 goles. Siguió su carrera en el Espanyol, el Racing de Madrid y el Sabadell.
Rafael, más discreto
Rafael, en cambio, formó parte del once barcelonista en 40 ocasiones y marcó un gol. También jugó en el Espanyol y el Sabadell, pero de forma testimonial.