El Barça de Johan Cruyff fue un equipo admirado en todo el mundo. Por sus éxitos y, sobre todo, por su propuesta por un fútbol muy atrevido y atractivo cuando la mayoría optaba por un juego industrial y especulativo. Entre 1990 y 1994, el equipo azulgrana encadenó cuatro Ligas y ganó la primera Champions de su historia. Aquel Barça era conocido como el Dream Team del fútbol, y su etapa gloriosa terminó de forma brusca. Tras un partido. Tras una final horrorosa, disputada el 18 de mayo de 1994, en la que el Milan le sacó los colores (4-0).

Cuatro días antes, el Barça había ganado la cuarta Liga de la era Cruyff (como técnico). El equipo azulgrana derrotó al Sevilla (5-2) y el Deportivo empató en casa contra el Valencia (0-0) el día que Djukic falló un penalti en el último minuto. El título fue muy celebrado en Barcelona y el equipo llegó crecido a Atenas

La provocación de Cruyff

Cruyff, siempre tan crítico con el entorno del club, fue el primero en alimentar a la bestia. “La diferencia entre el Barça y el Milan es que ellos tienen a Desailly y nosotros a Romario”, dijo el extécnico holandés. El delantero brasileño había marcado 30 goles en la Liga y el centrocampista del Milan era un actor muy secundario en el equipo de Fabio Capello. En Atenas, sin embargo, los papeles se invirtieron. Y de qué manera. Romario apenas tocó bola y Desailly se comió a los centrocampistas del Barça. 

Capello celebra la victoria del Milan ante el Barça en Atenas Redes

En Atenas, el Barça contó con el apoyo de 17.000 aficionados, que acabaron tocados y casi hundidos. El Milan arrolló al equipo azulgrana desde el primer minuto en un partido en el que marcaron Massaro (dos goles), Savicevic y el mencionado Desailly. La primera parte ya terminó con 2-0 para los milanistas.

El despido de Zubizarreta 

El Barça llegó eufórico a Atenas y se fue roto. El regreso a Barcelona fue duro, especialmente para Andoni Zubizarreta. Terminado el partido, Cruyff le pidió a Joan Gaspart, entonces vicepresidente primero, que le comunicara a Zubizarreta que no renovaría su contrato. El despido se produjo en el avión, como el de Ronald Koeman en 2021, con Laporta de presidente. 

José Luis Núñez junto a Johan Cruyff en los años 90 EFE

Por el Barça jugaron: Zubizarreta, Ferrer, Nadal, Koeman, Sergi, Guardiola, Bakero, Amor, Romario, Stoichkov y Begiristain.

En el Milan, Capello alineó a Rossi, Panucchi, Galli, Tassotti, Maldini, Albertini, Desailly, Donadoni, Boban, Savicevic y Massaro.

La caída del 'Dream Team' 

La derrota de Atenas, por inesperado y humillante, pasó factura al Barça. Los dos años siguientes fueron horroroso. Con Cruyff de entrenador, el equipo de fútbol se estrelló en la Liga, la Copa del Rey y la Champions. Llegaron futbolistas de medio pelo, como Escaich, Eskurza y José Mari, y otros con pasado madridista como Hagi y Prosinecki

Cruyff estuvo dos años más en el Barça, pero su relación con Núñez se deterioró mucho. Demasiado. Hubo mucho fuego cruzado y palabras muy duras. “Núñez es un tirano sin alma”, dijo el holandés, despedido el 18 de mayo de 1996. Cuatro años más aguantó Núñez como presidente.

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