La segunda Champions League del FC Barcelona. La rabia de Samuel Eto'o en el empate, la aparición de Andrés Iniesta desde el banquillo, el llanto de Juliano Belletti en su celebración, la final con nombre y apellido: Víctor Valdés. Estas son algunas de las emociones que presenció el culé en el agónico partido en el Stade de France. El conjunto de Frank Rijkaard venció al Arsenal (1-2) y se alzó con la orejona.

La segunda en la historia de toda la institución azulgrana. La misma temporada en la que Ronaldinho maravilló al mundo y se hizo con su Balón de Oro. O en la que Deco, actual director deportivo del Barça, era indiscutible en el centro del campo del equipo. El club, presidido por Joan Laporta, ganó su segunda Copa de Europa, una competición que se le había resistido en demasía, a excepción de la edición del 1992.

Preludio del Barça de Guardiola

Y es que, anteriormente, el Barça había jugado cuatro finales: en el 1961 contra el Benfica, en el 1986 contra el Steaua de Bucarest, en el 1992 contra la Sampdoria y en el 1994 contra el Milan. Solo había salido vencedor en una de ellas, gracias a un gol de falta de Ronald Koeman.

Desde la final del 2006, cuando el Barça ha jugado otra gran cita similar, la ha ganado. Las últimas, en 2009, 2011 y 2015. Por este motivo, aunque en el juego son bastante distantes, muchos expertos sitúan al equipo de Frank Rijkaard como el preludio del Barça de Guardiola, el mejor equipo de todos los tiempos.

Viejos conocidos

La alineación, aquel 17 de mayo de 2006, fue la siguiente: Valdés; Oleguer, Puyol, Márquez, Van Bronckhorst; Edmilson, Deco, Van Bommel; Giuly, Eto'o, Ronaldinho. El otro bando, salía con la siguiente partida inicial: Lehmann; Eboué, Kolo Touré, Campbell, Cole; Hleb, Fàbregas, Silva, Pirès; Ljungberg; Henry.

El Barça celebra la Champions de 2006 EFE

Valdés volvió a pasar por el club, como entrenador en las categorías inferiores. Puyol ha llegado a hacer de representante institucional. Márquez está en el Barça B. Deco como director deportivo. Fàbregas regresó a casa y Henry vistió la camiseta azulgrana. La final de París 2006 es solo un ejemplo de lo que representa el FC Barcelona, el club con más influencia en el mundo.

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