El Barça de Pep Guardiola es eterno. Desde que ganó la Copa del Rey, la Liga, la Champions, la Supercopa de España, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. El pleno al seis es histórico, pero hubo algunos momentos críticos en 2009. Por ejemplo, en las semifinales de la Champions. El 6 de mayo, hace 15 años, el equipo azulgrana estaba contra las cuerdas y casi eliminado. Hasta que Iniesta rompió a pelota y batió a Cech en Stamford Bridge.
La noche acabó en fiesta, pero el Barça sufrió horrores en Londres. El Chelsea ganaba por 1-0 y apenas concedía espacios al equipo de Pep Guardiola, que tampoco pudo batir a Cech en el Camp Nou (0-0). Eto'ó no encontraba espacios. Tampoco, Messi. El crack argentino, sin embargo, le pasó la pelota a Iniesta cuando el partido se acababa.
El gran gol
Iniesta remató con fuerza. Con toda su alma. Y el balón se fue como un obús hacia la portería del Chelsea. Cech, uno de los mejores porteros del mundo, tal vez el mejor, no llegó para despejar el zapatazo del centrocamista del Barça y el balón se coló en su portería.
Este lunes, en redes sociales, Iniesta ha recordado su gesta en X, antes Twitter, donde ha escrito en su cuenta persona: "15 años de este momento. Uno de los mejores goles de mi vida, por cómo sucedió y por lo que significó".
Habitualmente un tipo tranquilo, Iniesta corrió hacia la banda y se quitó su camiseta amarilla del Barça. Enloqueció. Y con él sus compañeros. Guardiola lo celebró con efusividad y, poco después, dio órdenes a sus futbolistas para proteger el botín más preciado. Entonces, las eliminatorias igualadas se decidían por el mayor número de goles marcado en campo contrario.
La final del Mundial
Iniesta acudió al rescate del Barça, que cuatro días antes había fulminado al Real Madrid en el Bernabéu con un 2-6 inolvidable que sentenció la Liga. En la final de la Champions, el equipo de Xavi se impuso al Manchester United por 2-0, con goles de Eto'ó y Messi.
Un año después, en Sudáfrica, Iniesta marcó otro gol eterno. El de la final del Mundial de 2010 con el que España derrotó a Holanda. Fue en la prórroga, en el minuto 116, y fue el momento más importante de la historia del fútbol español.
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