"París bien vale una misa", dijo Enrique IV, al convertirse al catolicismo para poder reinar en Francia. Cuatro siglos después, el Barça no aspira a tanto, pero sabe que una victoria en París es sinónimo de éxito. Lo fue en 1952, cuando el equipo de las Cinco Copas derrotó en la final de la Copa Latina al Niza. También lo fue en 2006, cuando el Barça de Rijkaard derrotó al Arsenal y ganó su segunda Champions. Y lo fue en 2015, cuando el grupo de Luis Enrique derrotó al PSG (1-3) y después conquistó su quinta Champions.
La primera gran noche del Barça en París fue la final de la Copa Latina de 1952, competición que se disputó entre 1949 y 1957, y enfrentaba a los campeones de España, Francia, Italia y Portugal. Allí se consolidó el Barça de las cinco copas, el de Ladislao Kubala, la gran leyenda culé junto a Johan Cruyff y Leo Messi.
La Copa Latina
El equipo azulgrana ganó la pirmera edición y la de 1952. En la final, disputada en el Parque de los Príncipes, derrotó al Niza con un gol de César. De entrada, el Barça alineó a Ramallets; Martín, Biosca, Seguer; Bosch, Aldecoa; Escudero, Manchón, Basora, César y Kubala. Esa temporada, el Barça también ganó la Liga, la Copa del Generalísimo, la Copa Eva Duarte y el Trofeo Martini & Rossi.
Justo tres días antes de aquel partido, el 26 de junio de 1952, los azulgranas también ganaron en París a la Juventus (4-2). Fue el partido de semifinales de la Copa Latina que dio acceso a la final antes citada contra el Niza, que se celebreó el 29 de junio. Kubala anotó un gol de penalti y regaló dos asistencias, para Manchón y Basora. Este último, que ya había marcó el segundo gol, firmó un doblete.
El Barça vivió otra noche histórica en 2006, en el Stade de France, en Saint-Denis. El 17 de mayo de 2006, el equipo de Frank Rijkaard se enfrentaba al Arsenal en la final de la Champions. El técnico neerlandés alineó de entrada a Víctor Valdés; Oleguer, Puyol, Márquez, Gio; Edmilson, Van Bommel, Deco; Giuly, Eto'o y Ronaldinho.
La remontada contra el Arsenal
Lehmann, portero del Arsenal, fue expulsado a los 18 minutos, pero el Arsenal marcó primero. Campbell, de cabeza, batió a Valdés en el minuto 37. A partir de entonces, el Barça fue a remolque y remontó gracias a los goles de Eto'o y Belletti. En cinco minutos espléndidos, el grupo azulgrana tumbó al Arsenal (2-1).
La tercera victoria barcelonista en París no fue decisiva, pero sí el anticipo de la quinta Champions culé. En los cuartos de final, el Barça se impuso al PSG (1-3) con una gran exhibición de Messi, de Neymar y, sobre todo, de Luis Suárez.
La gran noche del tridente
En París, Luis Enrique alineó a Ter Stegen; Montoya, Piqué, Mascherano, Alba; Sergio Busquets, Rakitic, Iniesta; Messi, Suárez y Neymar.
Neymar marcó el primer gol del Barça a los 18 minutos. En la segunda, apareció la mejor versión de Luis Suárez, que marcó dos tantos, en los minutos 67 y 79. El PSG solo pudo marcar a ocho minutos del final, tras un autogol de Mathieu.
El Barça destrozó al PSG y dos meses después de proclamó campeón de Europa. En Berlín ganó su quinta Champions tras superar a la Juventus (3-1).
Premio gordo
En París, el Barça también ha sufrido derrotas dolorosas. Por ejemplo, el 2-1 de la temporada 1994-95 que eliminó a los barcelonistas de la Champions. Y el 4-0 de 2017, resultado adverso que remontó el Barça (6-1) en la noche más mágica del Camp Nou, con gol final de Sergi Roberto.
El pasado miércoles, el Barça volvió a ganar en París. Contra pronóstico, ante un equipo aparentemente superior, desafiando a las casas de apuestas --que acertaron en una cosa, era más probable la victoria del barça que el empate--, los hombres de Xavi fueron capaces de imponerse a los pupilos de Luis Enrique con dos goles de Raphinha y uno de Christensen. Los 2.000 culés que accedieron a la grada visistante se hicieron notar más que 45.000 parisinos en una noche épica que evidenció la feroz rivalidad y el odio entre ambas aficiones.
La historia dice que siempre que el Barça gana en París, acaba levantando un título, pero todavía es pronto. Ahora toca asegurar el pase a las semifinales con otra victoria --o empate-- en Montjuïc para medir fuerzas contra Atlético o Borussia Dortmund. En la final de Wembley puede caer un pez muy gordo: Arsenal, Bayern, Manchester City o Real Madrid. Veremos si se cumple la profecía.