El día que los tres hermanos Gonzalvo jugaron juntos un partido en el Barça

Julio, José y Mariano Gonzalvo Falcón –conocidos en el ámbito balompédico como hermanos Gonzalvo– eran, por este orden, los pequeños de nueve hermanos nacidos del matrimonio entre José e Isabel. Y, aunque en casa había afición por el fútbol, solo ellos pudieron vivir de este deporte. Para más inri, los tres jugaron en el Barça en distintos periodos entre 1940 y 1955, pero jamás coincidieron en el terreno de juego… o eso dice la sabiduría popular. Porque un documento sugiere lo contrario.

El menos conocido de los tres, Julio (Gonzalvo I), nació en Gelsa, Zaragoza, en el lejano 1917, pero comenzó su andadura en el Mollet, el equipo del municipio catalán en el que se instaló la familia por motivos laborales. De ahí, este interior derecho saltó al histórico Europa, hasta que el Espanyol le hizo una oferta irrechazable. En el equipo periquito (1939-41) vivió sus mejores temporadas (ganó Copa y Campeonato de Cataluña), justo después de la Guerra Civil. Fue por ello que pidió un aumento que no le concedieron, así que hizo las maletas y se marchó al Zaragoza (1941-43), donde coincidió con Mariano.

De menos a más

Tras su paso por el equipo de su tierra regresó a Cataluña para incorporarse al Sabadell (1943-45), donde coincidió con José, pero tampoco ese fue su último destino: faltaba el Barça (1947-49), donde se retiró con apenas 29 años a consecuencia de su mala relación con el entonces entrenador, Pepe Samitier, que apenas le daba oportunidades. Por lo tanto, el único partido en el que coincidió en el terreno de juego con sus dos hermanos tuvo que jugarse en los dos años en los que estuvo en el vestuario azulgrana. Veamos.

Su hermano José (Gonzalvo II) ya nació en Mollet, en 1920. Era lateral izquierdo, aunque también podía actuar como mediocentro junto a Mariano. Como Julio, se formó en el Mollet (1939-41), pero después aterrizó en el Ceuta (1941-43) durante el servicio militar en esa plaza y, acto seguido, vistió la camiseta arlequinada (1943-44). Pero el Barcelona (1944-50) llamó a su puerta y no lo dudó ni un instante. Dos centenares de partidos, seis títulos y cinco goles son su legado como azulgrana. Se retiró en el Zaragoza (1950-54). Más adelante llegó a ser entrenador del Barça (1963) y hasta directivo del club (1969-71), pero esa es otra historia.

Sevilla

Por último, Mariano (Gonzalvo III) también llegó al mundo en Mollet, aunque lo hizo el último de todos, en 1922. Era el más talentoso, tenía un gran sentido de la colocación, un magnífico disparo de media distancia y ponía unos pases exquisitos. El gran Torino de Mazzola –el mismo equipo que sufrió un fatal accidente de avión poco después– quiso hacerse con sus servicios, pero los traspasos en aquellos años eran prácticamente imposibles; los jugadores pertenecían a un club y poco se podía negociar. Para entonces, ya era una estrella consolidada en el Barça (1941-55, con un año cedido en el Zaragoza, el primero de todos) tras pasar por el Mollet (1937-38) y el Europa (1938-40). Terminó su carrera en el Lleida (1955-56), el Condal (1956-57) y el Figueres (1956-57).

Ahora volvamos al inicio. Ha llegado hasta nuestros días que los hermanos Gonzalvo jamás coincidieron en un terreno de juego. Sí lo hicieron dos de ellos, pero no los tres. Pero ¿fue así? Recordemos que Julio jugó en el Barça entre 1947 y 1949; que José lo hizo entre 1944 y 1950, y que Mariano defendió el escudo entre 1941 y 1955. Y fue este último quien dejó por escrito que, pese a lo que se dice, “los tres llegaron a jugar juntos en el primer equipo como titulares, tan solo en un partido amistoso. Fue en Sevilla y contra el Sevilla”, según desvela el libro El árbol del Barça (Círculo Rojo, 2023).