Sin Pedri, sin Gavi, sin De Jong, sin Christensen, sin Balde, sin Ferran y sin Cancelo. La capacidad de resiliencia de este Barça es brutal y es que ante las adversidades ha sido capaz de sacar su mejor versión en uno de los momentos más complejos del curso.


Y lo ha hecho gracias al paso al frente que han dado de los pesos pesados como Ter Stegen, Lewandowski, Gundogan, Koundé, Sergi Roberto, Araujo y Raphinha pero también por la irrupción de los más jóvenes del vestuario como Pau Cubarsí, Lamine Yamal, Fermín y Héctor Fort. Es brutal la reacción que hemos visto del equipo. 

La victoria ante el Atlético, pese a que la primera media hora dejó mucho que desear, supone una inyección de moral para el equipo. Se lo merecían y sobre todo se lo merecía Xavi que, de momento, sigue vivo en la Liga y en la Champions. Esta versión del Barça, con todas las adversidades que está arrastrando, nos permite ser algo más optimistas y no dar todavía por cerrada la temporada. Aún pueden pasar muchas cosas y ojalá podamos contarlas.

Otra travesía por el desierto

Todavía no sabemos si este nuevo parón de selecciones nos irá bien o nos hará aún más daño. Este break para la repesca y compromisos amistosos, vuelve a ser un coitus interruptus en uno de los momentos más álgidos del curso y que coincidía también con uno de los mejores momentos de la temporada para el Barça.

Sí, a pesar de las numerosas bajas, el Barça había encontrado su identidad y sobre todo esa regularidad necesaria como bloque para ir sacando los partidos adelante. Solidez en defensa, efectividad arriba, y control y mucho trabajo en medio del campo. Ahora, y a las puertas de los cuartos de la Champions y contando también los días para el Clásico, no sabemos con qué versión del Barça nos encontraremos ni de qué efectivos podremos disponer cuando acabe esta 'trepidante' ventana internacional.

Los futbolistas no son máquinas, no se pueden programar y desprogramar así como así, no pueden hacer infinitos kilómetros sin desgastarse, no es tan fácil ir y volver de un paro de selecciones. Así que, una vez más, clamamos al cielo para que al menos no vuelva nadie lesionado.

Éramos pocos y parieron... ¡los Juegos Olímpicos!

Con la Eurocopa y los Juegos Olímpicos de París el verano para muchos futbolistas tendrá de todo menos vacaciones. El debate que se plantea es tan peligroso como suculento para unos chavales que sólo desean vivir el momento y que quieren jugarlo todo.

Lo entiendo, seguramente yo también pensaría lo mismo, pero lo que ocurrió con Pedri no se puede volver a repetir. El canario todavía está arrastrando las consecuencias de aquel terrorífico 2021 donde lo jugó todo y tampoco tuvo prácticamente descanso. Pau Cubarsí y Lamine Yamal pueden encontrarse este curso en la misma tesitura pero en Madrid también les puede pasar con Kylian Mbappé.

Nadie puede estar tranquilo, el problema lo tendremos en todas partes. En Barcelona y en Madrid, con la selección española o la francesa. La última palabra la tendrán los futbolistas pero que nadie se olvide de quien les paga a final de mes y a la afición que realmente se deben. Espero que piensen fríamente en qué es lo mejor para ellos y sus carreras y nadie haga ningún disparate de jugar ambas competiciones el mismo verano. Los superhéroes son cosa de la ciencia ficción.