Ansu Fati sigue generando divergencias dentro del club. Ni tan siquiera su buen rendimiento en esta pretemporada ha servido para acallar los rumores de una posible salida, alimentados por un entorno del jugador ciertamente tóxico, que aprovecha cualquier circunstancia para asomar la cabeza. Hace pocos días, algunos medios daban pábulo a un supuesto enfado de Ansu con Xavi, quejándose porque no le daba ‘bola’ e incluso abriendo la puerta a una salida si no se reconducía la situación.
No es la primera vez, ni parece que será la última, que el entorno de Ansu Fati aparece en escena para amenazar con marcharse: hace unos meses, y en plena temporada, lo hizo el padre de Ansu, Bori, en unas desafortunadas declaraciones, que el propio jugador rápidamente se desmarcó. Ahora han sido más sibilinos: han utilizado algunos medios para filtrar su descontento con el técnico blaugrana y abrir la puerta a una posible salida como alternativa.
Sorprende en todo caso esta nueva amenaza del entorno de Fati, sobre todo porque el jugador siempre ha mostrado su deseo de continuar en el Barcelona, le pese a quien le pese. Ni tan siquiera cuando su agente, el inefable Jorge Mendes, le ofreció la posibilidad de jugar en la Premier se mostró especialmente receptivo, y ya no digamos cuando el representante luso le explicó que el club elegido era el Wolverhampton --de zona media-baja de la tabla--, y a más 'inri', siendo incluido en una operación de trueque con Rúben Neves.
Ansu se negó en seco, frustrando de esta manera el deseo de Mendes, que no sólo se quedó sin comisión, sino que además tuvo que derivar al centrocampista luso al Golfo Pérsico ante la falta de ofertas en Europa. A Xavi Hernández el buen momento de juego de Fati no le ha hecho cambiar ni un ápice su hoja de ruta respecto al delantero. Considera que necesita minutos y continuidad, y aquí no puede garantizárselos. La opción más deseada por el cuerpo técnico sería una cesión, o en el peor de los casos una venta con opción de compra, con el fin de que continué con su progresión y siga creciendo futbolísticamente.
Además, el hecho de cambiar de aires se considera como beneficioso para acabar de ‘resetear’ el calvario de los dos años de lesión. La marcha de Ansu liberaría también un buen pellizco de masa salarial, que visto lo visto podría acabar repercutiendo en la llegada de algún jugador que el club considera necesario, como un lateral derecho o un centrocampista ofensivo. Y es que la banda izquierda, con Ferran Torres y Abde estaría ya suficientemente cubierta, al menos a corto plazo.
En cualquier caso, Xavi no forzará la salida de Ansu. La última palabra será del jugador. Si finalmente se queda, será recibido con los brazos abiertos. Si decide marcharse, se espera que deje un ingreso importante. De hecho, desde el club no esconden que 50 millones sería una cantidad justa, sobre todo teniendo en cuenta que se ha revalorizado este verano gracias a sus goles.
Difícil dilema en cualquier caso para Xavi: si Fati se queda y no tiene continuidad podría acabar siendo un problema, sobre todo con la amenaza de un entorno que no le favorece en nada, mientras que si se marcha y triunfa, muchos señalarán al técnico como el culpable de dejar escapar a semejante talento de la casa.
Sea lo que sea, el futuro de Ansu sigue siendo una incógnita. Quedan aún más de dos semanas para cerrar el mercado y aquí nadie se atreve a garantizar al cien por cien nada. La decisión, como siempre, acabará siendo del jugador. Y por ahora, en estos temas se ha mostrado muy claro, pese a los arreones continuos de su padre.