Pep Guardiola vuelve a mear colonia en su jardín favorito, el Bernabéu

Pep Guardiola ha querido hacer un pequeño, aunque cada vez menos, viaje atrás en el tiempo. Los años no pasan en balde, sino que se lo digan al mítico, emblemático y poeta Robe Iniesta, fallecido esta madrugada a los 63, víctima de un tromboembolismo pulmonar. Se va una estrella del rock que ha marcado no solo la música de este país, sino la cultura popular y la lengua española. Guardiola, de otra forma, también fue capaz de traspasar fronteras más allá del deporte para acceder al gran público con sus mensajes en las ruedas de prensa. Una de las más mediáticas la protagonizó en el Santiago Bernabéu antes de un Real Madrid-Barça de Champions. 

Su homólogo en el banquillo rival, de estilo antagónico al de Guardiola, era José Mourinho. Tan provocadoras eran sus ruedas de prensa y tan constante el goteo de mensajes contra el Barça de Pep, que éste no se pudo contener más y pasó al ataque: "Le regalo al señor José su Champions particular. En las ruedas de prensa, él es el puto amo, es el puto jefe, y yo no quiero competir ni un instante con él". Ese partido, la ida de unas semifinales, terminó en victoria. A la postre, se levantó la tercera orejona de la historia del Barça. 

Hoy, Guardiola vuelve a ser protagonista por sus palabras, de nuevo, en la sala de prensa del Bernabéu. Mismo asiento desde donde se soltó la melena con el "puto amo" a Mourinho, aunque diferente banquillo y 15 años más de experiencia. Quien crea que fue improvisado, anda errado. Guardiola lo tenía muy meditado. Sabía lo que le iban a preguntar y quiso hacer un guiño a aquella época gloriosa que terminó dejando porque le costaba la salud pero que, de algún modo, todavía añora en una parte de su ser. 

15 años del "puto amo"

Workaholic y enamorado de su profesión como pocos, llamado obsesivo por muchos, incluso insultado cariñosamente por su amigo Luis Enrique, que le llamaba Pepino en el Barça y asegura que "era muy pesado" con las instrucciones constantes que daba, también es un competidor nato. Un ganador natural que todavía tiene atravesados algunos de los adjetivos que tuvo que escuchar desde la caverna cuando entrenaba al Barça. Le acusaban de mear colonia y todavía se acuerda. Tanto se acuerda, que lo recordó públicamente en esa sala de prensa que tan bien conoce y se permitió jugar con lo viril y escatológico para defender a un amigo, Xabi Alonso. 

"Que mee con la suya. Que mee con la suya. Y como no meará colonia, le irá bien", dijo Guardiola antes de presumir de facilitar su trabajo a los periodistas: "¿Os ha gustado el titular, no? Ya lo tenéis". Una frase que recoge el testigo de otra declaración suya emitida en septiembre de 2010 que respondía al periodista SiroLópez cuando era asiduo a Punto Pelota, antes de pelearse con Josep Pedrerol: "A lo mejor es así, a lo mejor tienen razón y soy irónico, y desafiante, y meo colonia". 

Mear colonia

En el pasado usó esa sala de prensa para enfrentarse a Mourinho, quien, curiosamente, por aquel entonces era entrenador de Xabi en el Real Madrid. Ahora, Pep utiliza esas dependencias para atizar al madridismo en defensa de un amigo que fue discípulo y que será su rival en el banquillo opuesto.

Guardiola ha girado el foco, que estaba totalmente dirigido a la crisis de Xabi Alonso, y lo ha encarado hacia su figura. Con el afán de proteger a Xabi, con el de ser nuevamente protagonista en la capital española o, simplemente, con el de provocar un poco para divertirse. Tal vez, una pizca de todo antes de otra posible gran noche en ese escenario que tanto le pone. El jardín de Pep, siempre con permiso de Messi, en el que puede mear, colonia u orina, no importa el qué, cuando así lo desea. El Bernabéu.