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Fractura en el vestuario del Real Madrid, un club que, históricamente, siempre ha sido de jugadores y no de entrenadores. Los técnicos más exitosos, véase los casos de Carlo Ancelotti o Zinedine Zidane, siempre se han caracterizado por ser grandes gestores, pero no estrategas. Y Xabi Alonso forma parte de este segundo grupo.

Por eso, el hartazgo en la institución merengue es cada vez más grande y el partido de este martes contra el Manchester City, en caso de hecatombe blanca, podría suponer el fin de la etapa del míster tolosarra en el banquillo del Madrid. Hay jugadores que lo apoyan; otros, pesos pesados, están en su contra. Este hecho quedó en evidencia tras la derrota ante el Celta (0-2) en Liga.

El 'capote' de Tchouameni

Mientras que futbolistas como Álvaro Carreras y Jude Bellingham, que terminó con una ceja partida, se fueron desquiciados con el arbitraje, otros como Aurelien Tchouameni fueron más autocríticos. Esto aseguró el mediocampista francés antes del Madrid-City: "La culpa no es de Xabi Alonso. El plan de partido era bueno. Somos nosotros los que jugamos en el campo y si jugáramos a nuestro nivel sería más fácil. El problema es nuestro por falta de intensidad".

Xabi Alonso grita en el Real Madrid-Celta de Vigo EFE

Está claro que unas declaraciones así no hubieran salido de la boca del propio Bellingham, quien es uno de los sospechosos de hacer la cama a Alonso, Fede Valverde, descontento por tener que jugar de lateral, o Rodrygo Goes, con pocos minutos y sin marcar un gol desde hace meses.

Pugna de estrellas

Vinicius Júnior, enfadado siempre que el ex del Bayer Leverkusen le sustituye, y quien se vio obligado a hacer un comunicado para tapar malos rollos entre él y Alonso, es otro de los que no soportaría al técnico español, quien ha reducido la duración de las sesiones de vídeo y ha modificado algunas normas internas.

Xabi Alonso y Vinicius Jr se saludan en el Athletic Club-Real Madrid EFE

Fede Valverde celebra eufórico su gol de la victoria en el Real Madrid-Athletic Club EFE

De las estrellas, la única que se salva es Kylian Mbappé, arma principal de Alonso y el delantero más en forma del momento. Con Carlo Ancelotti, las vacas sagradas vivían mejor y ahora se quejan por el cambio. Pep Guardiola aconsejó a su pupilo asegurando que lo mejor es que "mee su colonia". Emuló a La Caverna cuando hablaba de su presunta superioridad moral. Si tiene que morir, que Alonso muera con sus ideas y no traicione a su estilo.

En el club, los jugadores están ganando la batalla. Florentino Pérez prefiere satisfacer a Vinicius que a su entrenador, por poner un ejemplo. El presidente merengue siempre fue partidario de Jürgen Klopp, un sueño que no se hizo realidad. Ahora Alonso está en el punto de mira y podría tener los días contados.

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