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Como un rey mago, pero en verano. Joan Laporta acabó el partido descontento con el resultado del FC Barcelona de Hansi Flick, que empató en Vallecas (1-1) dejando una mala imagen. Sin embargo, antes del pitido inicial, todo eran risas. El presidente azulgrana llegó contento al estadio del Rayo Vallecano y la afición local lo comprobó de primera mano.

Difícil es que un detalle se les escape a las cámaras del mítico Lo que el ojo no ve de Movistar Plus. Laporta fue su víctima el pasado domingo. El enfoque estaba puesto en el palco, y ahí estaba Jan, con una expresión muy alegre, repartiendo pines del Barça a todo el que quería.

Yuste le pone freno

La afición del Rayo, viendo que no se terminaban, le fue pidiendo más al presidente culé, que, a su vez, iba reclamando más insignias a gente del club que estaba en el palco. Laporta fue muy cuidadoso. "¿Cómo te los voy a tirar? A la mano", le dijo a un seguidor del equipo de la franja.

Fue Rafa Yuste, su amigo y vicepresidente deportivo, el que tuvo que pararle por primera vez. Se llevó al mandamás azulgrana pasándole el brazo por la espalda e indicando que era el momento de hacerse una fotografía con el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños.

Festival de pines

Mientras tanto, los seguidores rayistas seguían pidiendo pines a Laporta, un tipo dedicado a las masas. "¿Será por pines, ministro?", relataron en tono sarcástico en Movistar Plus. El abogado barcelonés se sentía aclamado y se dedicó a satisfacer a sus admiradores.

Joan Laporta, serio, y Rafa Yuste, en el palco de Vallecas EFE

Laporta siguió pidiendo pines y, con la gente ya más alejada, y con la obsesión de no querer lanzarlos, utilizó a un miembro de seguridad para repartir las insignias. El presidente del Barça se portó de maravilla con los seguidores del Rayo, a los que siempre dedicó una sonrisa desde el palco.

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