El mayor enemigo del Barça es el propio Barça: la gran misión de Flick tras una temporada brillante

"Ha faltado intensidad", pronunció Lamine Yamal, serio, tras el partido del FC Barcelona en Vallecas. "No es un buen comienzo", destacó Frenkie de Jong tras no ganar todo en las tres primeras jornadas de Liga. La peor cara delante de los micrófonos la puso Hansi Flick: "Un punto es suficiente. No merecimos más". El Barça empató ante el Rayo Vallecano (1-1) y las sensaciones fueron horribles. El gran reto es darle continuidad al proyecto, a la idea, que creó el propio Hansi. El enemigo lo tiene delante de sus narices: es su propio equipo.

Si el Barça de Flick tiene unas directrices muy marcadas, el cuadro de Íñigo Pérez, también. El equipo de la franja saltó al campo con un plan de partido muy claro. Los locales presionaron alto, jugaron de manera atrevida y sabiendo cómo amenazar "la línea Flick", tal y como la catalogó Isi Palazón. El Barça no se impuso en ningún momento ni en ninguna demarcación.

Flick busca dar con la tecla

El acierto en el pase de la defensa fue escaso. Sin Iñigo Martínez, la zaga quedó mermada. La dupla formada por Pau Cubarsí, en la izquierda, y Ronald Araujo, en la derecha, no funcionó. Y, con vistas al parón, Flick optó por dar descanso a ambos y probar una nueva pareja.

Andreas Christensen intenta frenar a Isi Palazón EFE

El paradón de Joan García ante el Rayo EFE

Éric García y Andreas Christensen tuvieron problemas también para salir jugando. La zurda de Iñigo Martínez se echó de menos en Vallecas. También la concentración de Jules Koundé, la que mostró durante toda la temporada pasada. El lateral francés estuvo muy espeso y desconectado. Mostró porque Flick colocó a Éric como titular en las jornadas previas.

Mientas la defensa deja dudas, Joan García las va disipando. El meta de Sallent justificó su precio de 25 millones de euros. Tuvo sus primeras grandes intervenciones como culé. No paró de exhibir reflejos. Además, se mostró solvente con los pies y saliendo de la portería. Poco pudo hacer en el gol de Fran Pérez. Sin él, el Barça no habría puntuado.

Pedri, solo al timón

El Barça no pareció el Barça en todo el partido. Dani Olmo, titular en la zona de tres cuartos, no ejerció de enganche entre el ataque y la defensa. El elenco culé solo tuvo a Pedri como gran referencia para tener, solo momentáneamente, el control del balón. El mago de Tegueste fue el faro del equipo. El único.

Pedri conduce el balón ante el Rayo Vallecano FCB

Lamine Yamal se señala el escudo del Barça tras marcar al Rayo EFE

Frenkie de Jong fue intrascendente y no presionó, frustrado con el juego del equipo. "No teníamos el control porque cada 2 o 3 pases perdíamos el balón", destacó en TV3. El análisis de Flick fue el mismo: "Lo pusimos muy fácil. Perdimos muchos balones. Es lo que tenemos que mejorar".

El poco peligro lo generó, como siempre, Lamine Yamal. Fue la mejor arma del Barça, ante un Ferran que no recibió balones como referencia y un Raphinha sin transiciones para correr. Iñigo Pérez anuló a Lamine, hasta que el crack de Rocafonda observó que atraía a muchos defensores y dejaba a otros compañeros solos.

Un Barça sin alma

El partido del Barça en Vallecas demostró que Pedri y Lamine son las estrellas del equipo, pero que sin una estructura en ataque les cuesta más. El elenco azulgrana no se asentó en campo contrario y no pudieron recibir tantas veces como querían en posiciones favorables. Y es que el Barça no tuvo alma.

Dani Olmo, desaparecido durante el Rayo-Barça de Liga EFE

Poco se vio ante el Rayo de aquel Barça que enamoró a todos la temporada pasada. El cuadro de Flick no fue vertical, incisivo, combinativo. No mostró hambre ni con las tablas en el marcador. Y eso puede ser lo más preocupante. Solo fue la tercera jornada, pero el Barça dio muestras de falta de motivación.

Lamine, autocrítico

Lamine Yamal es quizá el más joven, pero también el más observador. Y esto fue lo que destacó tras el empate ante el Rayo: "Este es un campo muy difícil. Ha faltado intensidad, como en los últimos partidos. Tras el parón, hay que volver con la intensidad que teníamos". De Jong fue en la misma línea: "Vallecas siempre es difícil, pero tenemos que jugar mucho mejor de lo que mostramos hoy".

Frenkie de Jong durante el Rayo-Barça EFE

Flick tiene trabajo en la pizarra. Los futbolistas no estuvieron cómodos en Vallecas, pero tampoco salieron con garra y, quizás, eso es más preocupante. El técnico de 60 años tiene experiencia suficiente como para tratar el aspecto emocional de un equipo muy joven. Que la Champions, tras una temporada brillante, no sea el único objetivo culé esta temporada.