Aficionados del Barça se hacen socios del Estrella Roja para ver el partido en Belgrado
- Una veintena de culés pudieron colarse en el Pequeño Maracaná para ver ganar al equipo de Hansi Flick
- Más información: la escasa influencia del Barça en la antigua Yugoslavia: 3 peñas y ninguna en Serbia
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El culé sortea a la UEFA. El FC Barcelona tenía prohibida la venta de entradas para el Estrella Roja-Barça por la pancarta nazi que sacó un aficionado en el último desplazamiento azulgrana en la Champions League. En Mónaco, un hincha sacó una bandera con un "Flick heil" a lo grande. La multa fue de 10.000 euros. Sin embargo, unos aficionados encontraron la solución al problema.
Se hicieron socios del Estrella Roja para conseguir entrar en el Pequeño Maracaná y ver al Barça. Unos 600 culés se desplazaron a Mónaco. La previsión era que ninguno estuviese en Belgrado, pero los más listos encontraron esta artimaña para entrar al estadio serbio.
Infiltrados
"Me hecho socio de un club que no conocía hasta antes de celebrarse el partido", admitía uno de los barcelonistas a los micrófonos de TV3. "A mi me llamaron un día y me dijeron que si me hacía socio del Estrella Roja para ver el partido. Pregunté cuánto valía y me dijeron 10 euros. Así que contesté: 'claro que sí'", relata otro hincha azulgrana.
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Los dos implicados sortearon a la UEFA y a la seguridad del Estrella Roja. Uno llevaba la camiseta del Barça. La visitante, que es negra, para disimular los colores del club. El otro no la llevaba. Y es que el ambiente fue muy hostil. El Pequeño Maracaná recibió a los jugadores al grito de "puta Barça", un cántico que también se escuchó durante los 90 minutos.
Poca influencia
En Serbia, el club catalán tiene muy poca influencia. No podía vender entradas, pero tampoco tuvo presión la institución que preside Joan Laporta porque no hay ni una sola peña del Barça en el país de los Balcanes.
En la anitgua Yugoslavia, la presencia de culés es escasa. Macedonia, Kosovo y Eslovenia sí tienen una agrupación. También Bulgaria. Rumanía y Grecia tienen un par, pero poco más.
Una veintena de culés hizo lo imposible para acceder al Pequeño Maracaná. Solos, en medio de un estadio con un ambiente infernal, sortearon a la UEFA y a la seguridad para infiltrarse en territorio comanche. Eso sí, vieron una nueva manita del Barça de Flick.