El FC Barcelona hizo una considerable limpieza en el mercado de verano. Hasta 15 futbolistas se marcharon del club azulgrana por la necesidad de los altos mandos de aligerar los gastos salariales. En ese grupo existen cuatro casos de jugadores que se fueron en una cesión de un año para recuperar caché en el panorama internacional o ganarse la confianza del Barça de cara al futuro, aunque momentáneamente lo cierto es que el comienzo de temporada 2024-25 no ha sido amable con todos.
Del grupo de los cedidos destaca de manera favorable la situación de Oriol Romeu. El mediocentro no entraba en los planes de Hansi Flick y decidió volver al lugar donde fue más feliz: Girona FC. En el equipo catalán es una pieza importante para Michel, sobre todo por ser el eje de la mitad de cancha. Hasta ahora suma un total de cuatro titularidades en la Liga y otra en la Champions League.
Álex Valle es otro de los que ha comenzado la temporada con el pie derecho. Todavía no ha sido titular en la liga escocesa con el Celtic, pero sí fue considerado para salir desde el comienzo en los cuartos de final de la Scottish League Cup, donde pudo aportar una asistencia en la victoria de los suyos (5-2). Se espera que el lateral izquierdo tenga mucha continuidad en territorio británico para ganarse un lugar el futuro FC Barcelona.
Cotizan a la baja
Menos favorable es la situación de Clement Lenglet. El central francés se fue cedido al Atlético de Madrid en la recta final del mercado de verano. Todavía no ha sido capaz de disputar sus primeros minutos con el equipo colchonero. La esperanza del zaguero zurdo es ganarse la confianza de Diego Simeone en uno de los partidos en los que se necesiten rotaciones. De lo contrario, su panorama será realmente complicado.
Otro caso complejo es el de Vitor Roque. Sus primeras semanas fueron favorables con el Real Betis, sobre todo por el gol anotado en la victoria (2-0) contra el Leganés, pero su irregularidad en la definición ha frenado la euforia de su llegada a territorio verdiblanco. Además, el delantero brasileño tendrá que tomarse un respiro por un esguince de bajo grado del ligamento interno de su tobillo izquierdo, lo que implica que podría estar dos-tres semanas de baja.
Manuel Pellegrini, entrenador del Betis, todavía mantiene su confianza en Vitor Roque. Considera que los fallos frente la portería son parte del proceso y destaca que "primero hay que generar las ocasiones", algo que ha logrado hacer el delantero. El Barça se mantiene expectante sobre la progresión del jugador, debido al miedo que existe de perder la inversión realizada el año pasado por 30 millones en fijos más 31 en variables.