Casi un millón de euros. O para ser más exactos: 890.000 euros. Esa es la cantidad que destinaron en una subasta celebrada vía online para comprar la servilleta del primer contrato de Leo Messi con el Barça. Una pieza que tuvo un importante valor simbólico porque representa el pacto de confianza que firmó el entorno del astro argentino con los representantes del FC Barcelona para asegurar su llegada al club azulgrana cuando tan solo tenía 13 años.
Horacio Gaggioli, intermediario --y encargado de liderar la subasta-- que formó parte de la firma de aquella servilleta junto al que fuera secretario técnico del Barça, Carles Rexach, y al representante Josep Maria Minguella. Las tres convencieron a Jorge Messi, padre de la leyenda azulgrana, de utilizar dicho objeto común para encarrilar la operación en el año 2000. Esa pieza, después de estar un largo tiempo en una caja fuerte, ha sido oficialmente traspasada.
Así lo ha confirmado por Bonham's, una prestigiosa firma inglesa que estuvo a cargo de gestionar una subasta que empezó con un precio de salida en torno a los 350.000 euros. Ian Ehling, jefe de libros y manuscritos de la empresa británica, manifestó que la servilleta atrajo "la atención internacional de muchos aficionados". "Fue instrumental en dar algunos de los momentos más gloriosos del fútbol", añadió.
La historia de la servilleta
Minguella, en una entrevista concedida en Onze, explicó que fue el responsable de traer a la familia de Messi a Barcelona e impulsar el traspaso definitivo. "Me vienen y me dicen que si no hay una decisión se vuelve a Argentina. Entonces, a un tal Minguella se le ocurre pensar 'a ver, ¿Cómo arreglamos esto?'. Yo llamo a Charlie Rexach y le digo 'tengo un problema. Tengo un niño en el fútbol base que está entrenando, lleva tres semanas y no me dan bola'. Me preguntó por su nombre y montó un partido para el martes siguiente en la Ciutat Esportiva. En los campos al lado del Miniestadi a las cinco de la tarde. Cuando Charly lo vio, al cabo del rato, me preguntó: '¿Tú arreglarás la parte económica?'. Le dije que sí, que ya nos arreglaríamos", presumió el agente de jugadores de haber llevado las riendas en la llegada de Leo.
Jorge Messi llevaba días inquieto porque el club no le daba una respuesta definitiva. Con tal de calmar el desasosiego, Minguella tuvo la epifanía de hacer los formalismos en un papel simbólico: "A la familia Messi ya le había dicho que estaba todo bien. Entonces se me ocurrió a mí para tranquilizarlos, ¿Por qué no ponemos un papel que tú digas que tal? La administración estaba cerrada y entonces el único papel que había era una servilleta del bar. Charly Rexach lo coge y con su letra escribe lo que escribe. Firmamos Horacio y yo también".
Dicha servilleta, que quedará en la posteridad como una pieza clave en el fichaje del astro argentino, tuvo el siguiente texto: "En Barcelona, a 14 de diciembre del 2000 y en presencia de los Sres. Minguella y Horacio, Carles Rexach, secretario técnico del FC Barcelona, se compromete bajo su responsabilidad y a pesar de algunas opiniones en contra a fichar al jugador Lionel Messi siempre y cuando nos mantengamos en las cantidades acordadas".
La polémica de la subasta
Es importante recordar que Josep Maria Minguella había confirmado a Culemanía que consiguió frenar parcialmente la subasta de la servilleta, debido a que su intención era que estuviera en el museo del FC Barcelona como una pieza de valor histórico. Sin embargo, fuentes conocedoras de la operación aseguraron a este medio que el objetivo llegó a ser ofrecido al club azulgrana, pero no mostraron interés en incluirlo en sus instalaciones.
"Normalmente un objeto cuando se tiene es porque lo has comprado o lo has fabricado. En este caso no hay ningún documento de venta ni de compra por parte de nadie. El papel lo firmaron tres personas: Rexach, Horacio y yo. Yo no digo que el papel es mío. Pero no es válido que otra persona diga que le pertenece, cuando debería estar en el club", manifestó un Minguella que no consiguió impedir el proceso definitivo de la subasta liderada por Gaggioli.