El nerviosismo del Paris Saint-Germain volvió a salir a la luz en una noche importante de Champions. En las noches grandes de Europa tienen problemas para asumir ese rol de favoritos. Al menos así quedó demostrado en la ida de las semifinales contra el Borussia Dortmund, donde los parisinos cayeron en un primer asalto (1-0) que pudo haber salido mucho peor para Luis Enrique, Mbappé, Dembelé y compañía.
Luis Enrique sacó el mismo once de la remontada en Montjuïc, con el objetivo de dar mucho ritmo a los ataques y ahogar a su rival en la presión. Un plan que surtió efecto en el comienzo del partido, pero poco a poco el Borussia Dortmund logró salir desde el fondo con el descomunal talento de Jadon Sancho en el regate y Fullkrug a través del juego directo para atacar a la espalda de la línea del cuadro francés.
Precisamente, esa vía fue la que permitió al Barça hacer mucho daño al PSG en los cuartos de final y lo que ayudó al Dortmund a abrir el marcador ante su gente. Fullkrug sacó mucha ventaja con un desmarque al espacio y después sacó un potente remate que fue difícil de atajar para Donnarumma. A partir de allí, el partido fue un intercambio de golpes de lado y lado, aunque los locales siempre se mantuvieron firmes como bloque por el excelso trabajo defensivo y los esfuerzos individuales de sus futbolistas.
Los señalados en el PSG
Hay muchos señalados en el PSG. El pésimo partido de Achraf y Nuno Mendes en los laterales y la imprecisa aportación de Fabián Ruíz en la mitad de cancha destacan mucho. Pero por encima de todo se encuentran Luis Enrique, Mbappé y Dembelé. El entrenador queda en el foco de las críticas por su errático planteamiento, debido a que no fue capaz de encontrar a Mbappé en ataque, y también por los movimientos en el banquillo que no surtieron efecto al equipo.
Por su parte, Mbappé es señalado por su escasa influencia en las pocas oportunidades que tuvo y el disparo que pegó en el travesaño en la segunda mitad, siendo su mejor ocasión de todo el encuentro; mientras que Dembelé no fue capaz de aportar el desequilibrio que se espera de su figura en la banda derecha. Los dos atacantes franceses estuvieron lejos de su mejor versión, por lo que ahora están llamados a despertar en la vuelta que se jugará el martes 7 de mayo.