El FC Barcelona se plantó con dignidad en el Santiago Bernabéu, tras caer en cuartos de final de la Champions League contra el París Saint-Germain, un escenario que la afición merengue no esperaba, eufórica tras superar al Manchester City en la Copa de Europa. Finalmente, el Barça no salió vencedor en el estadio del Real Madrid (2-3), un campo en el que la grada local realizó cánticos de "Barcelona, corrupción".
Este medio presenció en primera persona el griterío de los seguidores blancos. El Barça no pudo evitar una semana negra. Perdieron los de Xavi Hernández contra el PSG de Luis Enrique Martínez, el Barça Femenino contra el Chelsea de Emma Hayes en la idea de las semifinales de la Champions y, ahora, de nuevo, el primer equipo masculino contra el Madrid de Carlo Ancelotti.
A pesar de los cánticos
La marea blanca recibió a los jugadores del Barça a grito de "Barcelona, corrupción", pero, precisamente, el equipo arbitral les hizo callar rápidamente. En el minuto 18, César Soto Grande señalaba un penalti inexistente a favor del equipo local. Era Lucas Vázquez quien dejaba la pierna estirada para forzar el choque con Pau Cubarsí. El VAR ni siquiera revisó la acción.
Además, minutos más tarde, Lamine Yamal metía el segundo del Barça, para adelantar de nuevo al equipo catalán en el clásico, en el 28' de la primera mitad. En un saque de esquina al primer palo, el talentoso atacante azulgrana, ponía la espuela de su bota izquierda para empujar el balón entre palos. Lunin la sacó al límite y el colectivo arbitral no fue capaz de determinar si la pelota entró por completo, o no.
El Barça dice adiós a la Liga, ante un Madrid muy mermado tras jugar 120 minutos en el Etihad Stadium. La competición doméstica, incluso ganando, seguía estando complicada, pero una victoria hubiese supuesto un puñetazo sobre la mesa, de cara al futuro y para demostrar que la eliminación ante el PSG solo fue por errores individuales.